El llamado «socialismo del siglo XXI» es una ideología que se asentó en Venezuela gracias al difunto presidente Hugo Chávez y que, aún hoy, en pleno 2017, sigue siendo invocada por el actual régimen madurista.
Composición: Maduradas/ Fotos: Patria Grande (izquierda)- El Mundo (derecha)
Muchos han sido los críticos de este sistema ideológico y, a lo largo de la historia, se ha demostrado que el mismo solo ha logrado empobrecer a los países en los que se ha implementado.
Pese a la dura situación de Venezuela, el socialismo del siglo XXI, profesado por la «revolución bolivariana», sigue teniendo seguidores que creen en sus directrices.
Estas son las 5 más descaradas mentiras del «socialismo del siglo XXI» que todavía creen sus seguidores:
1. «El control de precios es la mejor opción para controlar a los empresarios especuladores»
El socialismo siempre se ha afianzado en la herramienta de culpar a otros por los males propios. Por tanto, no es sorpresa que busque achacar a los empresarios las complicaciones económicas producto de controles de precios que asfixian a los comerciantes y que no toman en cuenta la estructura de costos de las empresas.
Los seguidores del chavismo son felices cuando un producto «baja» de precio, pero no lo son tanto cuando el mismo producto desaparece de las vitrinas. Eso nada tiene que ver con una «guerra económica» iniciada por el empresario, sino con la falta de ganancia y el exceso de demanda que se produce cuando simplemente se bajan los precios, sin considerar los costos de producción, de distribución y otras importante variables que las empresas necesitan tomar en cuenta.
2. «Las empresas de servicios públicos deben ser del estado»
En Venezuela, ya resulta normal que una empresa de servicios básicos pertenezca al estado. Más aún, es «común» que los precios de estos servicios sean sumamente bajos, consecuencia de los controles de precios que el mismo estado impone.
Sin embargo, no es condición sine qua non que un servicio público sea del estado. De hecho, las compañías de agua, luz y gas eran privadas en el país.
Los controles de precios impiden la reinversión necesaria en toda industria para el mejoramiento de las tecnologías y el mantenimiento de las existentes. Los precios no son caprichos.
3. «El capitalismo crea pobreza»
El socialismo se ha afianzado en culpar al capitalismo de la pobreza en el mundo, partiendo de la idea de que los empresarios son «chupasangres» de las clases más pobres.
Esto lo creen los seguidores del socialismo que confunden, para alegría de lo socialistas, el capitalismo con una ideología política, cuando es una forma de permitir entrar capitales extranjeros y de liberar el mercado para generar mayor oferta y mayor producción.
4. «El socialismo del siglo XXI no es igual al comunismo»
Totalmente falso. De hecho, más allá de la teoría que establece diferencias referenciales entre ambas doctrinas, el mismo Fidel Castro, líder de la revolución cubana, declaró en una entrevista con Vanessa Davies y Mario Silva:
«El socialismo del siglo XXI es lo mismo que el comunismo cubano«.
Así mismo, solo basta con entrar a un supermercado venezolano y observar las similitudes que hay con respecto a las condiciones de la isla.
Hasta el más escéptico tendría que notar que, como dijo el líder cubano, «Venezuela y Cuba son la misma cosa».
5. «El socialismo nos vuelve a todos iguales»
Finalmente, las bases del socialismo son la igualdad y la reivindicación de las clases más bajas. Sin embargo, lejos de mejorar las condiciones del «pueblo», las empeora, siendo la clase media la más afectada.
Al «quitarle» al que «más tiene», al establecer controles de precios y controles de cambio, al limitar la economía, al cerrar la entrada de capitales extranjeros, ciertamente todos nos estamos volviendo «iguales», pero igualmente pobres.
Redacción Maduradas
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