Lanzarse a la aventura de irse a otro país es una historia que se repite día a día en los últimos dos años. La mayoría (el 90%) son jóvenes profesionales los que se están abriendo puerta en otro destino en busca de mejorar su estabilidad laboral, económica y familiar.
De acuerdo con estudios de sociólogos que evalúan el movimiento migratorio en el país, la salida de venezolanos se ha afianzado en los últimos dos años. Estados Unidos sigue siendo el país con la mayor demanda de emigrantes venezolanos, donde se contaban 260 mil personas para el 2013, el 48% de ellos son personal calificado y cuyo desempleo entre esta población solo alcanza el 8%, según un estudio realizado por el sociólogo Iván De la Vega, profesor de la Universidad Simón Bolívar.
Sin embargo, las dificultades para obtener los documentos y los permisos para irse a EE UU, ha llevado al venezolano a explorar otros destinos que anteriormente no eran el principal atractivo.
España, Chile, Argentina, Panamá y Colombia son algunos de los nuevos destinos que vienen aprovechándose del talento que se está “fugando” de Venezuela.
Según De la Vega las razones por la que muchos profesionales están haciendo maletas radican en la inseguridad, la poca oferta laboral, la inestabilidad política, la inflación y dificultad para acceder a los productos básicos. Las actividades académicas y el ejercicio profesional son las principales garantías de la obtención de permisos para obtener la residencia, por lo que estudios de pre y postgrado y la obtención de una contratación formal en compañías locales son las principales actividades de los jóvenes profesionales.
Para estas naciones el arribo de personal calificado es tentadora, pues llega a cubrir los puestos profesionales que requieren sin invertir en su formación.
La asesoría política y comunicacional en EE UU es uno de los campos fuertes de los comunicadores venezolanos, también los hay trabajando en grandes cadenas comunicacionales, o de televisión. Administradores y profesionales informáticos también encuentran cabida a lo largo y ancho del país norteño.
A España se van más los que su profesión está ligada al arte, la moda y la cocina.
Colombia, uno de los terrenos que anteriormente no era un destino migratorio para Venezuela, ha cobijado a cientos de los ingenieros que decidieron buscar otro rumbo.
El desarrollo de plataforma petrolera del vecino país en la última década, estuvo en manos de personas que salieron de PDVSA luego del sabotaje petrolero en 2002. Esta situación abrió oportunidades a los del área en Venezuela.
Edixon Isaac es uno de ellos. Con 45 años, con él otros 1.600 venezolanos formaban parte de la nómina de contratados.
“La empresa para la que trabajo se llama CBI Colombiana en el proyecto de expansión de la refinería de Cartagena (Reficar), con el ingreso de acá he podido hacer lo que no pude hacer durante todos los años que trabajé en Venezuela”, asegura Isaac.
Además de ingenieros, expone que hay otra mano de obra calificada que tiene mucha oportunidad como soldadores y fabricantes.
Otra plaza importante sobre todo para médicos y periodistas, es Chile.
Para Cristina Rosell, de 24 años, irse del país siempre estuvo en sus planes de vida al culminar sus estudios en la escuela de comunicación social de La Universidad del Zulia.
“La situación del país, la escasez y la poca oferta de trabajo afianzó aún más mis deseos de hacer carrera fuera. Decidí ir a Chile porque tenía familia allí. No ha sido fácil, pero conseguí empleo”, refiere conforme Rosell.
Panamá fue, inicialmente, el boom para la nueva oleada. Médicos y profesionales ligados a los medios fueron el atractivo para garantizar la mano de obra calificada.
Para De la Vega “lastimosamente, la calidad del personal es un factor de peso que influirá en unos años en el país. “La calidad profesional del venezolano que está emigrando se está convirtiendo en un problema que va a impactar de manera negativa al país en los próximo 10 o 15 años”.
Con información de Panorama.