Recientemente, el medio Crónica Uno realizó un reportaje en el que reveló, entre otras cosas, que, en los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, que suman 20 años entre ambos, al menos 400 medios de comunicación han cerrado o reducido su nómina de periodistas.
Crónica Uno
Este hecho ha ocasionado que profesionales de la comunicación social y el periodismo hayan tenido que migrar a otras labores para poder mantenerse, como vender comida o hacer trabajos académicos y periodísticos por proyectos de duraciones limitadas.
A pesar de que los medios tradicionales sufrieron su cuota de crisis, los medios digitales no se quedan atrás, ya que también enfrentan sus propias limitaciones, tanto por el contexto económico, como político.
«Conseguir trabajo en las regiones es mucho más difícil, porque se quiera o no, la mayoría de los buenos proyectos están concentrados en Caracas. Los medios regionales no tienen recursos y el pago es muy malo», dijo, al respecto Gladylis, una periodista de 30 años de edad, que no tiene empleo formal desde 2022.
Además, reveló que sus amistades que trabajan en medios de comunicación le comentan, frecuentemente, que no hay posibilidad para nuevos ingresos. Aseveró que, un tiempo atrás, había renunciado a un medio de comunicación, ya que el sueldo le resultaba insuficiente, y, en menos de un mes, ya tenía un nuevo empleo.
«Hoy las cosas son distintas», agregó la comunicadora, que ya suma más de cinco meses desempleada.
Gladylis encontró una forma de hacer dinero lejos de la comunicación social y el periodismo: vendiendo pastichos. Sin embargo, el aumento de los precios en Venezuela le ha complicado la venta.
«Me iba super bien, los vendía los fines de semana nada más. 500 gramos por cinco dólares, la ganancia no era mucha, era más que todo para gastos pequeños, pero era un ingreso. Una gente me quedó debiendo y me desanimé, literal me pagaron hace un mes desde agosto del año pasado«, lamentó.
Otro caso similar es el de Jhonattam Petit, periodista en el estado Falcón. El mismo recurrió a las redes sociales para contar que, por las noches, se encarga de un carrito de perros calientes, lo que le permite ingresos frecuentes. Desde hace seis años, también se dedica al periodismo, pero las ganancias económicas son más limitadas.
«Hago periodismo porque es mi vocación, pero no vivo del periodismo. Por las noches me he ocupado en ganarme el pan del día con esfuerzo, bregando con la inestable economía de Venezuela y saciando el apetito de mis vecinos. Nadie se va molesto de aquí, todo el mundo quiere más», escribió, a través de la plataforma X.
A parte del emprendimiento de comida rápida, a sus 29 años de edad, Jhonattham creó una iniciativa de periodismo hiperlocal que consiste en la grabación de audios con reportes de noticias que envía por las noches a su audiencia de más de 360 personas en grupo de WhatsApp. A pesar de no percibir ganancias por esto, le permite mantenerse activo en la comunicación social.
Hago periodismo porque es mi vocación, pero no vivo del periodismo.
Por las noches me he ocupado en ganarme el pan del día con esfuerzo, bregando con la inestable economía de Venezuela y saciando el apetito de mis vecinos. Nadie se va molesto de aquí, todo el mundo quiere más. pic.twitter.com/24Q4NGxyXA
— Jhonattam Petit (@soypetitygarcia) May 9, 2024
Otra visión
En contraste, destaca la historia de Laura Helena Castillo, periodista y cofundadora de El Bus TV.
«Mantener el funcionamiento de los medios de comunicación digitales se ha convertido en una gincana de esfuerzos agotadores«, expresó.
Detalló que la situación de los medios venezolanos es «complicada» por la falta de financiamiento y la dificultad para encontrar fuentes de ingreso para este tipo de proyectos. Además, a su juicio, otros conflictos internacionales, como el de Ucrania y el de Gaza, han mermado el interés en actividades periodísticas.
Aseveró que, desde hace años, las empresas no pautan publicidad en los medios digitales venezolanos, por varios motivos: desconocimiento del impacto de su inversión en el ecosistema digital, temor por el contexto político y preferencia por las redes sociales como mecanismo directo de mercadeo.
Redacción Maduradas con información de Crónica Uno
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