¡UN ROBO! Cada día son más los venezolanos que acuden a los “bachaqueros”, estos comerciantes informales se aprovechan de la crisis y el desabastecimiento para revender productos a diestra y siniestra en las narices de la policía sin recibir castigo alguno por parte de la ley.
Los venezolanos se ven «casi en la obligación» de acudir a los llamados «bachaqueros» y en varios puntos de la capital es muy común conseguir a estos vendedores informales exhibiendo su mercancía.
La plaza Pérez Bonalde de Catia y sus alrededores es punto de encuentro para la distribución de productos con sobreprecio, que prácticamente no bajan de Bs 1.000.
Comúnmente estas personas se instalan con un bolso, o una bolsa oscura para que no sean vistos por la policía, pues ya han sido varios los bachaqueros a los que se les ha impuesto castigo.
En este mercado la mayonesa se cotiza en 800 bolívares. El azúcar varía entre los 1.000 y 2.000 bolívares el kilo; la harina de trigo cuesta Bs. 1.000 y la harina de maíz, 800; el café también varía en su precio, si solo desea comprar un cuarto de kilo debe pagar Bs 1.000 y medio kilo puede costar hasta Bs 1.800; el precio de la pasta y el arroz oscila entre Bs. 1.000 y 1.200. Los productos de limpieza y aseo personal también están a la oferta: una caja de pastillas anticonceptivas puede costar Bs 1.500, el paquete de 8 toallas sanitarias cuesta 800 y un insecticida hasta 1.500 bolívares.
Asimismo justo en la puerta del mercado de Quinta Crespo se especula el desodorante en Bs 600, shampoo en 700; jabón de baño en 500, jabón en polvo de un kilo en Bs 300 y paquetes de 95 pañales talla M, en 4.000.
Pese a la presencia de informales, varios vecinos aseguran que no «le hacen el juego» y no les compran ningún producto.
Con información de 2001