La Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que el “empeoramiento de la situación económica en Venezuela puede causar una fuerte escasez de bienes de consumo, incluyendo comida y medicina. Por tanto, la seguridad alimentaria necesita ser monitoreada”.
Dicha aseveración se desprende del Reporte Global de Crisis Alimentarias 2017 de la FAO, que estudió a 48 países, de los cuales 22 afrontan graves crisis alimentarias este año, por lo que advierte que se debe extremar la vigilancia y actuar para prevenir nuevas hambrunas.
Foto: Cheché Díaz / Crónica Uno.
El informe también afirma que se necesitan más fondos para estudiar países donde no se tienen datos recientes suficientes o hay discrepancias entre organizaciones sobre el nivel de inseguridad alimentaria, como son los casos de Venezuela, Corea del Norte, Eritrea y Pakistán.
Venezuela afronta una grave crisis, que está lejos de aliviarse. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe indicó este lunes que la economía del país caerá 7,2 %, que coincide con la proyección publicada la semana pasada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que calculó una contracción del producto interno bruto de 7,1 %.
“La grave crisis humanitaria que está en curso se ve complicada por el empeoramiento de la pobreza, el colapso del sistema de salud, crecientes preocupaciones en materia de seguridad y un éxodo cada vez mayor de gente a países vecinos”, señaló el FMI.
Este planteamiento del organismo contrasta con su posición anterior: ha otorgado a Venezuela dos premios por la “reducción de la pobreza y el hambre”.
El representante de la FAO en Venezuela, Marcelo Resende, aseguró en julio de 2016 que el país no estaba en condición de ayuda humanitaria. En marzo de ese mismo año felicitó al gobierno venezolano por crear “el mejor sistema popular de distribución de alimentos”.
Con información de El Nacional.
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