El 2 de septiembre Rosa (nombre ficticio) recibió un mensaje de su esposo en el que le pedía que le llevara comida el sábado a Rodeo III, ubicado en Guatire, estado Miranda. La mujer, por primera vez en nueve meses desde que su pareja está detenida en esa cárcel por el delito de extorsión, se las ingenió para llevarle alimentos, pues en ese centro, que está sujeto al Nuevo Régimen Penitenciario (sistema con disciplina), solo permiten llevar comida una vez al mes.
«Varias madres y esposas nos impresionamos cuando nuestros presos nos pidieron que les lleváramos comida porque aseguran que no les están dando alimentos a ellos, ni a los custodios. En total gasté 6.000 bolívares en 2 bolsas con pastelitos de carne, alas de pollo frito, agua mineral, un litro de jugo, catalinas, galletas, plátano frito y unas panquecas que doblé escondidas para que mi esposo pudiera comer más, pero igual eso no es suficiente. Ahora tengo que esperar hasta el 20 de septiembre para llevarle comida y ver cómo se está alimentando», dijo.
El Estado presupuesta Bs. 4.070 para alimentar a un preso por TODO el año, ¿Y qué comen?
La cantidad gastada por Rosa supera los 4.070,02 bolívares, que es el monto anual que el Ministerio de Servicio Penitenciario, según datos obtenidos en la Página de la Oficina Nacional de Presupuesto, destina para la alimentación de cada preso y que está por debajo del salario mínimo (7.421,66 bolívares). Esa partida indica que el Estado invierte diariamente 11,15 bolívares por cada recluso. Una cifra que no alcanza para comprar un kilo de harina de maíz precocida regulada de 19 bolívares. Lo que comen los reos, según cuentan sus familiares, es fororo con agua, bollitos y, en ocasiones, arroz con pollo.
Más dinero, menos presos. En 2015, en comparación con el año anterior, el ministerio que está a cargo de Iris Varela recibió casi el doble del dinero, vía presupuesto nacional, para la inversión de alimentos y bebidas de los presos. En la página de la Onapre se detalla que mientras en 2014 ese despacho recibió 201.064,105 bolívares para una población penitenciaria estimada de 53.999, en 2015 al ministerio le asignaron 401.650,045 para 98.685 presos.
Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, advirtió, sin embargo, que de acuerdo con cálculos de la organización que representa, esa cifra de privados de libertad no se corresponde con la cantidad real. «El presupuesto de alimentación asignado para este año fue aprobado en función a una población reclusa de 98.685 personas, cuando en verdad la cantidad, según las cifras que maneja el OVP, es la mitad. El Ministerio Público, a través de su Dirección de Salvaguarda, debería presentarse en las cárceles a la hora del desayuno, almuerzo y cena para contar cuántos presos pasan al comedor», dijo Prado.
El director del OVP destacó que según el seguimiento que ha hecho la organización, 65% de los internos no se alimenta con la comida que da el Estado, pues consumen los alimentos que les llevan sus familiares o que compran en establecimientos que hay en algunos penales.
Aunque la cifra de presos es prácticamente la mitad que la que el Estado calculó en el presupuesto, el monto asignado por comida aún es insuficiente, dice Prado. Si los cálculos del OVP dan cuenta de 49.000 reclusos, los 401.650,045 bolívares representan solo 22 bolívares para cubrir las 3 comidas diarias.
Tensión por fallas en la comida.
Testimonios de los familiares de los privados de libertad, denuncias de las ONG que trabajan en el área penitenciaria, la huelga de hambre que reclusos de Rodeo II y III hicieron entre el 28 y 29 de agosto para exigir que les llevaran alimentos, y un material audiovisual difundido por la ONG Una Ventana a la Libertad en el que se ven reos de Yare III manipulando un gato para comérselo, evidencian las fallas en la alimentación de la población carcelaria en el país.
Rosa no es la única mujer que ha sido contactada por un preso de un penal con Nuevo Régimen Penitenciario para que lleve comida un día que no corresponde visita. Desde inicios de septiembre reclusos de la Comunidad Penitenciaria Fénix, en Lara, Rodeo II, Rodeo III, y el Instituto Nacional de Orientación Femenina, les han hecho la misma solicitud a sus familiares, según las demandas que han recibido las organizaciones no gubernamentales Una Ventana a la Libertad y el OVP.
Sin respuesta
El 8 de septiembre El Nacional, a través de una carta recibida por la oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio de Servicio Penitenciario, solicitó una entrevista con la ministra Iris Varela o con algún representante de ese despacho, para obtener información oficial sobre el tema. Sin embargo, no se recibió respuesta.
Lo que debería invertirse
Estados Unidos invierte 34 dólares por día en la alimentación de cada preso, en Europa la inversión es de 59 euros y en Colombia es de 20 dólares, mientras que en Venezuela es de 0,05 dólares, según el presupuesto anual de 2015 calculado en dólar Simadi.
El OVP calcula que el Estado debería invertir 1.640 bolívares diarios en la comida de los reos. «En la alimentación de los presos se debe tomar en cuenta las consideraciones de la Organización Mundial de la Salud, que establece que las personas deben consumir 2.600 calorías diarias, lo que equivale a un desayuno con una empanada y un jugo que cuesta 240 bolívares; un almuerzo con arroz, pollo, pan, jugo y sopa, calculado en 600 bolívares; y una cena con tajada, ensalada, arroz y bistec, 800 bolívares», precisa Humberto Prado.
Información de El Nacional.