Javier Mezarina, un inmigrante venezolano que desde hace 10 años reside en la ciudad de Petaj Tikva, en Israel, relató este lunes 17 mayo parte de la angustia vivida en el mencionado país desde que comenzaron los bombardeos del grupo terrorista Hamás desde Gaza. Antes del cese de fuego declarado para este viernes, los islamistas lanzaron más de 4.000 misiles, la mayoría de ellos interceptados por un sistema conocido como la «Cúpula de Hierro».
“Cuando suena la alarma toda la gente tiene que bajar por las escaleras, no por el ascensor, y refugiarse en el sótano del edificio. Aquí hubo heridos, pero no muertos, porque en lo que escucharon la alarma bajaron rápidamente”, explicó el migrante durante una entrevista ofrecida a El Diario, en la cual aseguró que cuando cayó el primer misil todo tembló como cuando se registra un terremoto.
Señaló, que en la ciudad donde él vive, está alejada de la frontera sur, punto álgido del conflicto, donde los habitantes tienen tan solo 10 segundos para buscar protección. Precisó que en su caso cuenta con 50 segundos.
«En ese momento (cuando suena la alarma) uno está tranquilo y de repente sientes ese bajón. La angustia siempre está. En cualquier momento puede sonar la alarma y uno tiene que estar preparado. Uno ni siquiera puede bañarse tranquilo porque en plena ducha puede que suene la alarma y uno tiene que salir corriendo. Hay gente que lo piensa mucho para hacer cualquier necesidad porque todo esto es una locura. Cuando cayó el primer cohete se sintió como un terremoto y eso que estamos alejados», sostuvo.
CESE DE HOSTILIDADES
Ni aviones de combate en el cielo ni alertas de cohetes. La tranquilidad regresó este viernes 21 de mayo por la mañana a la Franja de Gaza y a Israel, tras la entrada en vigor de un alto el fuego que puso fin a 11 días de sangrientos enfrentamientos.
Desde que empezó a aplicarse la tregua, este viernes a las 02H00 -jueves a las 23H00 GMT-, miles de palestinos festejaron el fin de los bombardeos israelíes en las calles de Gaza. Unas manifestaciones de júbilo que también se observaron en varias ciudades de Cisjordania y Jerusalén Este, ocupados.
«Es la euforia de la victoria», dijo Jalil al Haya, número dos del buró político de Hamás en la Franja de Gaza, durante un discurso ante manifestantes alborozados. Prometió además «reconstruir» las casas destruidas por los bombardeos israelíes.
Desde las «02H00, no se detectó ningún disparo y los aviones [del ejército] volvieron a sus bases», indicó el ejército israelí.
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Redacción Maduradas con información de El Diario
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