A pesar de lo afirmado por expertos, quienes descartan poner en duda la calidad de la gasolina iraní, algunos venezolanos aseguran que las fallas que han presentado sus vehículos son debido al combustible traído desde el país asiático.
«El carro estaba como ahogado. Se apagaba y hacía sonidos raros. Cuando lo revisé a ver si eran fallas de la caja o alguna otra pieza no encontré nada», explicó Rafael Peña, transportista del estado Vargas.
Contó que aunque el vehículo se le apagaba de forma frecuente y continuaban los ruidos, se dispuso a trabajar, pues ya había perdido dos meses sin poder generar ingresos. Sin embargo, en la segunda semana de abastecerse, los ruidos fueron reduciéndose hasta desaparecer.
Para Peña, el combustible es de alto octanaje pero su vehículo logró adaptarse.
No ocurrió igual en el caso de Luisa Bello, a quien su vehículo comenzó a presentarle fallas dos días después de llenar su tanque. «Me quedé accidentada. El carro comenzó apagándose, estaba como ahogado y luego solo se apagó y no prendió más. Tuve que llamar a mi esposo para que me auxiliara», contó a Tal Cual.
Una vez en el mecánico, le aseguraron que las fallas se presentaron por la gasolina. Ahora, Bello dice usar su carro con menos frecuencia, aunque de su familia el único vehículo que presentó fallas desde la llegada de la gasolina iraní, fue el de ella.
Lo que dicen los expertos
«No hay pruebas concretas de que la gasolina ha causado daños en los carros», indicó por su parte el experto petrolero, José Toro Hardy.
El especialista sostiene que no hay información oficial sobre el tipo de gasolina traída desde Irán. Para saberlo, habría que realizar un análisis químico que hasta la fecha no se ha desarrollado.
«No creo que la gasolina que trajeron de Irán es de mala calidad. Yo lo que sí creo es que la mezclaron con gasolina cruda que no se había procesado por falta de aditivos. Quizá hicieron una mezcla no adecuada. Esta pudiera ser una de las razones por las que la gasolina no pudiera ser de la misma calidad, pero todo es hipotético», agregó.
Entretanto, el ingeniero petrolero José Miguel Farías coincide con Toro Hardy, al decir que sería irresponsable afirmar que la gasolina iraní es de baja calidad.
En este sentido, destacó que fuentes extraoficiales habrían anunciado que el hidrocarburo traído por el régimen sería de octanaje 115, mientras que en Venezuela el parque automotor está acostumbrado a 91 y 95 octanos.
«Es bueno aclarar que no es la gasolina de Irán que viene mala, simplemente es una gasolina distinta. De hecho, la de 87 no tiene problemas, en México por ejemplo, la gasolina premium es 91 y la no premium es 87, pero la diferencia es que el parque automotor está desarrollado y adaptado a esa gasolina. En cambio en Venezuela los vehículos están adaptados a gasolina de 91 y 95 octanos», argumentó.
Redacción Maduradas con información de Tal Cual