Este domingo 5 de marzo de 2017 se cumplen cuatro años del fallecimiento del expresidente Hugo Chávez, de quien mucho habla el Gobierno para manipular con el «legado» del líder revolucionario a sus seguidores.
El liderazgo de Chávez, junto a unos jugosos ingresos petroleros, el control sobre las instituciones y el respaldo electoral fueron lo que dio piso a su movimiento para estar en la cúspide, lo que hoy no tiene el presidente Nicolás Maduro ni el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y que mantiene al chavismo contra la pared, reseñó La Verdad.
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“Cómo ser populista en tiempos donde no hay grandes ingresos petroleros, ese es el mayor reto del Gobierno”, afirma Oswaldo Ramírez, director de la firma ORC Consultores.
Ramírez asegura que el Gobierno no puede quitarse el apellido Chávez porque carece de una figura que liderice el proceso revolucionario, lo que Maduro -afirma- no ha podido lograr.
«Cuando Maduro llega a la Presidencia de la República los precios del petróleo bajan y esa era una crisis que había que manejar de una manera muy hábil. Chávez tenía esa habilidad y carisma, Maduro no la tiene», considera Félix Seijas, director de la firma Delphos.
Del 60 % de aceptación que dejó Chávez a su gobierno, hoy Maduro apenas conserva 20 %. Del legado de Chávez solo queda un país dividido entre ricos y pobres y el control del Gobierno sobre las instituciones del Estado capaz de mantener a Maduro en el poder pese a su crisis de popularidad, resalta el analista Félix Seijas.
“Chávez hacía elecciones y ganaba, con Maduro hoy no es así”, señala Oswaldo Ramírez.
En las últimas elecciones en las que participó Chávez en 2012, el PSUV obtuvo 43 % de los votos; el respaldo cayó 10 puntos con Maduro al frente del partido tres años después, cuando en las elecciones parlamentarias de 2015 logró 32 % de los votos, la votación más baja de la tolda roja.
Con información de La Verdad.
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