Mayerlín Vergara Pérez, coordinadora regional para la Guajira de la Fundación Renacer, es una venezolana que dedica su vida para que los niños de su país que llegan a Colombia – como consecuencia de la crisis humanitaria provocada por el régimen de Nicolás Maduro – no vayan a parar a manos de traficantes de personas y redes de prostitución.
Durante una entrevista ofrecida a la Voz de América (VOA), señaló que, desde su trabajo en la ciudad de Riohacha, a unos 90 kilómetros de la frontera con Venezuela, ha sido testigo del drama que enfrentan muchos de los niños refugiados.
“El aumento de niños refugiados ha sido significativo, nunca habíamos tenido el 50% de los niños que atendemos en el hogar que fueran refugiados o migrantes”, indicó.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el mayor número de víctimas de trata de personas y explotación sexual se encuentran en el continente americano.
“Ya de por sí son unas regiones bastante difíciles por el tema fronterizo, por la presencia de grupos armados y por temas complejos que afectan a nuestro país. Pero, sobre todo, en los últimos años, el aumento de niñas y mujeres, yo diría que no se dedican a la prostitución como una forma de vivir, sino que son vinculadas a muchas formas de violencia sexual”, alertó Luz Stella Cárdenas, fundadora y directora de Renacer.
Redacción Maduradas con información de VOA
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