Ante la detención de Pedro Tellechea, exministro de Petróleo del régimen madurista, muchas interrogantes han surgido, especialmente, en torno a la estabilidad de las relaciones entre Venezuela y Curazao.
Estas inquietudes tienen que ver, sobre todo, con los acuerdos relacionados con la Refinería Isla y las persistentes obligaciones de deuda de Caracas con Willemstad.
Es importante mencionar que el arresto de Tellechea ocurre en un momento crítico, ya que, a lo largo de los años, Curazao ha intentado establecer acuerdo con entidades e intermediarios venezolanos para la gestión de la Refineria di Kòrsou (RdK). El último ensayo fracasado lo protagonizó la empresa Caribbean Petroleum Refinery (CPR), dirigida por los venezolanos Raúl Ignacio Socorro Herrera, Javier Hernández y Luis Giusti, antiguo presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
De hecho, la petrolera estatal venezolana habría operado la refinería de la isla desde 1985 hasta diciembre de 2019. Sin embargo, el desplome de la industria petrolera de Curazao también ha tenido que ver con la drástica caída de la producción de petróleo en Venezuela. Este tiene su origen en la mala gestión de la estatal venezolana y en las sanciones de Estados Unidos.
Según reseñó Crónicas del Caribe, en diciembre de 2023, Tellechea habría viajado a Willemstad para suscribir un acuerdo con el fin de reactivar las relaciones comerciales entre Venezuela y Curazao. En ese acuerdo se establecían las condiciones generales para el restablecimiento de las operaciones comerciales y financieras entre las empresas petroleras entre ambas naciones.
El acuerdo de $450 millones entre Curazao y Venezuela para rehabilitar RdK no ha hallado su asidero y la reciente detención de Tellechea podría significar un retraso importante en este sentido.
Redacción Maduradas con información de Crónicas del Caribe
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