Al menos dos milicianos islámicos murieron, en las últimas horas, en las protestas por la muerte de Mahsa Amini en Irán.
Las agencias Tasnim e IRNA informaron sobre las muertes durante la madrugada de dos basijis -voluntarios islámicos- en choques con los manifestantes, lo que se eleva el número de víctimas mortales a ocho.
“El basiji Abas Khaleghi fue asesinado anoche a tiros por alborotadores y perturbadores”, dijo el vicegobernador de la provincia Qazvin, Abolhasan Kabiri, según Tasnim, vinculada a la Guardia Revolucionaria.
Mahsa fue detenida en la tarde del martes, 13 de septiembre, por no llevar el velo de la manera en que exigen las autoridades. En tal sentido, la llevaron a una comisaría para que tuviera “una hora de reeducación”, según la familia.
Unas pocas horas más tarde, Mahsa ingresó al Hospital Kasra de Teherán, después de sufrir un infarto. “Repentinamente, sufrió un problema del corazón (…) y fue inmediatamente llevada a un hospital”, dijo la policía en un comunicado.
Después de que la noticia comenzara a circular en las redes sociales, miles de personas se indignaron. No obstante, la policía dijo que el arresto fue para “explicarle las normas de vestimenta” y negó tener responsabilidad en la situación de Mahsa.
“El presidente Ebrahim Raisí ha ordenado al Ministerio de Interior que investigue los detalles del incidente de Mahsa de manera urgente y precisa, y que presente un informe con los resultados”, informó en Twitter el gobierno iraní, de acuerdo a la agencia de noticias EFE.
Tras la muerte de Mahsa, Amnistía Internacional exigió una investigación sobre el sospechoso evento. Asimismo, consideró que las leyes del velo son “abusivas, degradantes y discriminatorias”.
Redacción Maduradas con información de EFE
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