Más allá de la crítica situación que viven los habitantes de Guasdualito, estado Apure, tras las inclementes lluvias que han dejado más de 40 mil damnificados, ahora se le suma un agravante más: la seria amenaza de una epidemia, con la aparición en los niños de la fiebre chikungunya debido a la proliferación de mosquitos, aunado del peligro que representan las serpientes en los techos de las casas.
A pesar de que el ministro venezolano para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Gustavo González López, informó que el sábado arribó un avión con cuatro y media toneladas de medicinas, tres millones de litros de agua, y tres y media toneladas de alimentos, para continuar asistiendo a los afectados por las inundaciones en el municipio Páez del estado Apure, más de 40 mil damnificados esperan mejor repartición de dicha dotación.
La exalcaldesa de Guasdualito, Lumay Barreto, hizo un recorrido con el reportero gráfico de La Nación, Carlos Eduardo Ramírez, y en contacto telefónico con la redacción del diario confirmó que habían llegado los insumos, “pero no se está resolviendo nada, porque no hay claridad y no saben lo que hacen las autoridades municipales y militares, ya que pretenden distribuir con siete cuadrantes a una población afectada en 170 barrios”.
“Tengo que decirles que Guasdualito es un caos, esos cuadrantes son para cuestiones de seguridad, pero no para acciones de esta situación de emergencia, porque a quienes verdaderamente están necesitados no les están llegando los alimentos y las medicinas, que sí están haciendo falta porque ya hay muchos niños afectados con el chikunguña por tanto mosquito, lo que complica más la situación, porque aquí sólo hay un hospital, que igual está en crítica situación por este problema de las inundaciones, aumentando la incertidumbre”, destacó la exalcaldesa, acotando que en la población este domingo no había gasolina, porque las dos gandolas que llegaron se las querían llevar para La Victoria.
Sin ser legalmente autoridad municipal, Lumay Barreto confirmó que la población la busca porque la consideran su alcaldesa, ya que le han manifestado que el encargado de la alcaldía, el concejal Víctor Blanco, manifiesta que no sabe qué hacer en esta emergencia.
Indicó que es la crónica de una muerte anunciada lo ocurrido, porque en el 2002, con el presidente Chávez, se aprobó dinero para los diques y -según afirmó- no se hizo nada; y “al no hacer el mantenimiento, se represaron y causaron esta tragedia en la que ahora el pueblo se ve sin esperanzas de salir”.
Con información de El Venezolano News.