Tres pacientes renales murieron al no poder recibir sus tratamientos de diálisis como consecuencia de los recientes y contantes apagones que se registran en el país.
Foto: Cortesía
Los pacientes renales deben conectarse cuatro horas diarias tres veces a la semana para poder mantenerse con vida, pero debido a las fallas con el servicio eléctrico, esto no ha sido posible.
Así lo alertó el coordinador de la Fundación Amigos Trasplantados de Venezuela en el estado Carabobo, Alfredo Cáceres, quien detalló que la irregularidad en los tratamientos afectó a más de 300 pacientes de la entidad, lo que pone sus vidas en riesgo.
En Carabobo las unidades de diálisis son extra hospitalarias y no cuentan con plantas generadoras de electricidad, además dependen del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) para el suministro de insumos.
En todo el país son casi 11 mil pacientes los que dependen de estos tratamientos, de los que 600 corresponden a Carabobo, 250 de ellos son trasplantados que requieren tomar medicinas vía oral para no rechazar el órgano fármacos que poco se consiguen.
Redacción Maduradas con información de Caraota Digital.
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