Oscurana inminente, parece ser el futuro cercano de Venezuela, donde la crisis hidroeléctrica es cada vez más grave y amenaza con el colapso del sistema eléctrico nacional.
Tal como lo advirtió antes de Semana Santa el líder de la Unidad en el estado Bolívar, Andrés Velásquez, el lago que alimenta la Central Hidroeléctrica de Guri sigue descendiendo a niveles críticos, encontrándose en la actualidad a 245,03 metros, es decir a apenas un metro de los 244 de la cota de seguridad operativa.
Ante ello Velásquez informó que de acuerdo al nivel de descenso que lleva el lago, de entre 15 y 16 centímetros diarios, en apenas 8 días más se estaría llegando a la cota 244, situación que obligaría a iniciar la paralización de las turbinas de la casa de máquinas número dos, reseñó La Patilla.
“Habíamos alertado que después de Semana Santa comenzarían las paralizaciones de las turbinas de Guri, pero la realidad es tan grave que tuvieron que hacerlo al inicio de la Semana Mayor con la paralización de la Sala de Máquinas 1 de manera total, las cuatro unidades generadoras que todavía estaban en servicio allí fueron detenidas, lo cual ocurre por primera vez en la historia de Guri”, expuso.
Argumentó que de continuar el descenso del lago como está ocurriendo y llegar a la cota 240, “definitivamente tendrían que paralizar la generación de todas las salas de máquinas, no podría estar ninguna turbina trabajando en toda la central”.
Explicó el dirigente de La Causa R que operar las máquinas generadoras por debajo de la cota de seguridad conlleva al riesgo de que les entre aire, lo cual produce intensas vibraciones que causarían daños a estas turbinas, de modo que el Gobierno se verá obligado a detenerlas.
Velásquez repudió que a estas alturas de la crisis eléctrica, con racionamientos en gran parte del país cada vez más constantes y prolongados, aún el Gobierno nacional no haya dado la cara y emitido un pronunciamiento oficial sobre esta grave situación.
La situación del Guri está en una cuenta regresiva, de la cual el Gobierno no lleva el tiempo ni la previsión, solo parece esperar lo inevitable, ¿estrategia o incapacidad?