El aeropuerto internacional de Miami, en Estados Unidos, se ha convertido en el centro de operaciones de presuntos estafadores que se hacen pasar por conductores de Uber o Lyft para trasladar a viajeros que acaban de llegar.
Infobae.
Los falsos conductores esperan en las áreas asignadas para viajes compartidos con un vehículo que coincida con la descripción de la aplicación y cuando el pasajero se sube al carro, inventan excusas para llevarlo a otro lugar donde finalmente los roban o les hacen daño.
Las autoridades ya conocen sobre esta modalidad delictiva y para prevenirla han aumentado los patrullajes y operativos de seguridad en el terminal aéreo; sin embargo, estos hechos siguen ocurriendo.
Cómo le ocurrió recientemente a una mujer argentina: “Eran las 6:30 de la mañana cuando aterricé en el aeropuerto de Miami después de 16 largas horas de vuelo. El calor y la humedad me golpearon apenas crucé las puertas de la terminal aérea… Exhausta por la falta de sueño, pedí un Uber a través de la aplicación mientras esperaba mis maletas. Al salir, vi un Toyota Corola rojo igual al que me habían asignado. Un hombre con uniforme de guardia de seguridad se acercó rápidamente a ayudarme con el equipaje. Antes de poder verificar la patente, él metió apresuradamente las valijas en la cajuela y me indicó que subiera. Una vez dentro del auto, le pasé la dirección a la que me dirigía, pero solo balbuceó algo incomprensible en respuesta».
Y continuó: «A medida que avanzábamos, el paisaje conocido se fue transformando en uno completamente desconocido para mí. Le insistí varias veces sobre la dirección de destino, pero él evadió responder mis preguntas. De repente, detuvo el auto frente a una casa cualquiera. Me dijo que habíamos llegado, pero estaba segura de que ese no era el lugar. Cuando traté de explicarle que se había confundido, se puso furioso y me echó la culpa del error. Me ofreció llevarme al hotel solo si le pagaba en efectivo, a lo que me negué rotundamente. Mientras discutíamos, aproveché para pedir otro Uber a mis espaldas con mi celular. El hombre se dio cuenta y su actitud se volvió amenazante. Comenzó a hacerme cumplidos incómodos sobre mi apariencia y a pedirme mi número telefónico. Me rehusé a dárselo. Para mi alivio, el nuevo Uber se detuvo junto a nosotros pocos minutos después. Le hice señas desesperadas a la conductora, una mujer, para que me ayudara a recuperar mi equipaje del baúl. Con su cooperación, logré zafarme de esa peligrosa situación. Esa terrible experiencia me enseñó a ser mucho más cauta con los viajes compartidos. Aunque me lleve más tiempo, siempre verificaré dos veces la identidad de cualquier conductor antes de subirme a su auto. La próxima vez, podría no tener tanta suerte».
Ante este tipo de situaciones, las autoridades hicieron una serie de recomendaciones para ser víctimas de estos hechos:
- Verifica minuciosamente los datos del conductor y vehículo antes de abordar.
- Confirma tu nombre con el conductor antes de subirte.
- Asegúrate que el conductor sepa tu destino correcto.
- No aceptes desvíos de la ruta sin una razón válida.
- Ten cuidado si te pide pagar en efectivo.
- Usa la función para compartir tu viaje con un contacto.
- Informa cualquier irregularidad a la empresa y a la policía.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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