Cada día son mas y más los artículos publicados en el portal progobierno Aporrea, donde se ve reflejado que las políticas actuales y la crisis ha llegado a todos los sectores, y que incluso dentro de las mismas filas del chavismo-madurismo, se atreven a hacer críticas.
La inflación, la escasez, la inseguridad y al parecer todos los factores que inciden en que Venezuela esté en crisis actualmente, el Gobierno lo atribuye a Dolar Today, el portal que muestra la tasa de cambio del dólar paralelo. Si bien es el discurso principal de Nicolás Maduro, hay quienes difieren. Entre ellos, articulistas en Aporrea quien asegura que «Dólar Today se ha convertido en un elemento distractor de la burocracia roja para mantener con vida su fuerza política, y su existencia, hoy por hoy, para el gobierno es fundamental para utilizarlo como excusa».
Así lo escribe Ramón Álvarez, para el mencionado portal:
Hay quienes piensan que con el bloqueo de la página «Dólar Today» se acabará la terrible situación socioeconómica que atravesamos, y me van a disculpar quienes creen esto, pero pienso que el problema va mucho más allá del famoso portal, ya que si este gobierno hubiera actuado con coherencia, impulsando la industrialización del país, aprovechando las potencialidades naturales con las que contamos, otro gallo cantaría y les apuesto que ese portal no existiría hoy por hoy. Por lo tanto, pienso que debemos empezar a analizar el escenario que se nos presenta apartándonos de fanatismos y sentimentalismos, y digo esto, porque estoy convencido que el gobierno central de turno tiene mucha responsabilidad de la crisis actual que empaña nuestra calidad de vida, y es que me resulta difícil entender, como luego de tres años, no han podido revertir el desastre socioeconómico presente, y cada día que pasa la situación se vuelve más difícil para el ciudadano de a pie.
Si bien es cierto que este país ha estado anclado a una economía de puerto y marcado por una cultura rentista, no sólo en estos últimos 15 años sino desde el hallazgo del petróleo, hoy en día el gobierno tuvo en sus manos una buena oportunidad para romper con esa realidad y desarrollar otras áreas que permitan diversificar nuestra actividad económica, sin embargo, desperdiciaron toda la oportunidad. Con el alza del precio del petróleo que llegó a ubicarse a más de 100$ por barril, sumado a esto las nacionalizaciones de tierras que se hicieron con la finalidad de aumentar los niveles de productividad y la estatización de empresas de producción de alimentos, era para que el gobierno hubiera impulsado, por lo menos, el crecimiento del sector agropecuario. No obstante, en la actual crisis uno de los grandes problemas que padecemos es el acceso a productos básicos de alimentos a causa de la fuerte escasez e inflación.
Por lo tanto, no podemos callar ante las incoherencias de este gobierno, ya que el silencio nos convierte en tontos útiles, nada de someternos a chantajes de que si criticamos somos terroristas o contrarrevolucionarios. Aquí hay una situación grave y el gobierno nos engaña al prometer todos los meses que acabará con esta situación, mientras que la realidad nos dice, que cada día que pase esta problemática, será más difícil recomponer la estabilidad socioeconómica del país. Sólo falta ver la ambigüedad que tienen en su insistente mensaje de desarrollar la producción nacional, dónde el mismo gobierno debe internalizar su llamado y empezar por las empresas que están bajo su tutela, ya que muchas de ellas no están respondiendo a la demanda de la población. Ejemplo de ello, tenemos las empresas dedicadas a la producción de alimentos ¿Por qué no conseguimos café en los anaqueles de las tiendas que expenden alimentos, si el control sobre las dos empresas que por año se disputaron el mercado nacional lo tiene el Estado? El mismo escenario ocurre con el azúcar, dónde el Estado concentra un número importante de cultivos de caña de azúcar y cuentan con la mayoría de las centrales azucareras existentes en el país, pese a ello, al igual que el café, padecemos los venezolanos para encontrar azúcar en los anaqueles de los mercados. ¿Qué ha hecho el gobierno en los últimos cinco años para repotenciar las empresas de alimentos que fueron estatizadas? ¿Por qué no le explican al país todo lo que producen las tierras que han sido nacionalizadas? Es importante que le expliquen al pueblo lo que han desarrollado en estos espacios y en lo que se falló, pero no una simple labia, ya que lo que dirán deberá ser muy cónsono con la realidad. Por revisar sus errores deberían comenzar, en vez de estar buscando a quién adjudicarle la responsabilidad de la crisis y eximir su participación en todo este desastre.
De tal manera, que el bajo desempeño de estos espacios asumidos por la estructura burocrática del Estado ha llevado al gobierno a realizar grandes inversiones y acuerdos para traer alimentos de otros países, es decir, que el tema de la soberanía alimentaria ha quedado reducido a un simple eslogan, ya que la dependencia a las importaciones de alimentos cada vez se acentúa y esto pueden constatarlo en la página del Instituto Nacional de Estadística.
Fíjense que si comparamos nuestra realidad alimentaria, la de un país que dicen sus gobernantes remar a contracorriente, con la de México, un país de nuestra América Latina que sufre las consecuencias de las políticas neoliberales, aplicadas a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vamos a encontrar muchas similitudes respecto al tema de la dependencia. Es bueno recordar aquella posición asumida por el Comandante Chávez, cuando rechazó la expansión del TLCAN al querer vendernos los EEUU la famosa Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). El denunciaba, en el caso agrícola, que esta propuesta sólo beneficiaba a los grandes capitales en detrimento del mediano y pequeño productor local, quienes no contaban con las mismas condiciones para competir con las transnacionales productoras de alimentos, así que el más débil terminaría arrasado por la gran industria, y en esto coincido con la postura asumida por Chávez. Además, si revisamos lo acontecido al pueblo mexicano luego de la activación del TLCAN, vamos a encontrar numerosas denuncias y protestas de organizaciones campesinas en rechazo a las medidas, debido a que generaron miseria en ese sector de la población que fue desplazado por la lógica mezquina del capital, y además que el tratado acrecentó la dependencia alimentaria del país. Ahora, si volvemos a Venezuela, nosotros no estamos sometidos a ningún tratado neoliberal, sin embargo, no nos escapamos de la realidad que vive el pueblo mexicano, resultado de las malas políticas orientadas por los actuales gobernantes, que de igual forma, han contribuido al incremento de la dependencia alimentaria y han colocado en jaque nuestra agricultura producto de la preferencia por las importaciones, que dejan buenos resultados para las mafias corruptas.
Lo más grave que toda esta incompetencia pretende escudarse con la supuesta «Guerra Económica» y responsabilizar a los dueños de las empresas privadas de todo el desastre, sin aceptar el mal manejo y la poca visión que han tenido en las empresas que controlan, llevándolas a disminuir sus niveles de productividad. Y ojo, que aquí no se entienda que estoy saliendo en defensa de la cúpula empresarial de este país, aquí todos sabemos cómo el empresariado a través del tiempo ha expoliado la renta que ingresa a la nación producto de la venta del petróleo, al igual que estos gobernantes de turno lo sabían e igual permitieron toda esta situación, pero además nunca construyeron una alternativa para cambiar la realidad, más bien fueron participes del desfalco y la demostración la tenemos con las famosas empresas de maletín que denunciaron la ex ministra Edmée Betancourt y el ex ministro Jorge Giordani, y es que resulta muy sospechoso que hasta la fecha no se encuentre en prisión la primera persona vinculada a este robo a la nación, y sabemos de esa estafa por la denuncia de esos dos ex ministros, pero, que otros casos de desfalco no ha habido que el pueblo venezolano desconoce y que estos gobernantes callan.
Ahora pretenden que el pueblo pague el costo de la crisis, avalando con sus «precios justos» la inflación, esa que tratan de esconder al evadir la publicación de indicadores oficiales, mientras ellos continúan ostentando de sus lujos y despilfarrando los recursos en cuanto evento se les ocurre y, por otro lado, le hablan al pueblo de sacrificios y de madurez política ante la crisis.
Finalmente, insisto y mantengo mi posición que «Dólar Today» se ha convertido en un elemento distractor de la burocracia roja para mantener con vida su fuerza política, y su existencia, hoy por hoy, para el gobierno es fundamental para utilizarlo como excusa perfecta ante la crisis con el que buscan tapar sus errores, así que de cara a las elecciones del 6 de diciembre será una pieza clave en la campaña electoral del PSUV.
Con información de Aporrea.