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¿ALÓ TIBY? Súmate: «Las parlamentarias deben realizarse el 6/12 y el CNE debe convocarlas ya»

Este sábado, la organización Súmate reiteró su llamado al Consejo Nacional Electoral para convocar las elecciones parlamentarias inmediatamente, agregando que el CNE necesita seis meses para de disponer de un cronograma holgado para unas elecciones tan complejas.

Asimismo, agregaron que “si los rectores del CNE estuvieran pensando postergar más allá de diciembre 2015 las elecciones, estaría no solo colocándose de espaldas a los ciudadanos y a la historia, sino que estaría respaldando la instauración de un gravísimo Estado de Facto y dándole un golpe de Estado a la constitución de la República”.

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A continuación el comunicado completo

Que tengamos elecciones parlamentarias es más que un derecho y un clamor, una necesidad vital para el futuro de la democracia en Venezuela, para superar la profunda crisis por la que atraviesa la República en la actualidad. Los pasos son: que el Consejo Nacional Electoral (CNE) informe la fecha, convoque de inmediato a las elecciones, publique el cronograma electoral y comience los preparativos para ofrecer a los venezolanos la posibilidad de expresarse mediante el sufragio, de tal manera que se puedan dirimir pacíficamente las diferencias políticas en un nuevo parlamento que sea el reflejo de la realidad política y social del país.

Las exigencias públicas que Súmate ha hecho al CNE desde finales de 2014 de que informe a los ciudadanos la fecha de las elecciones parlamentarias, a la que se han sumado diversas organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos y personalidades, se ha transformado en un tema de agenda pública, pero es necesario hacer dos precisiones: en primer lugar el debate acerca de la fecha de las elecciones es una consecuencia de la opacidad y falta de transparencia del CNE cuando sin ninguna justificación técnica, convocó a las elecciones parlamentarias de 2010 en septiembre, las presidenciales de 2012 en octubre y retrasó más de un año las elecciones municipales, obedeciendo a los cálculos políticos y los intereses del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); en segundo lugar, las elecciones parlamentarias deben realizarse el 6 de diciembre de 2015 y deben ser convocadas de inmediato, de esta manera se cumpliría con el texto constitucional (artículo 219) que establece que el nuevo parlamento debe tomar posesión el 5 de enero de 2016 y tiene que ser electo cerca de esta fecha, y que se cumplirían adicionalmente con las buenas prácticas electorales de disponer un cronograma holgado para unas elecciones tan complejas como las parlamentarias.

Es importante destacar que 9 de las 11 elecciones parlamentarias realizadas entre 1958 y 2005 fueron en la primera semana de diciembre, una en la primera semana de noviembre en 1998 y en el año 2000 se realizó en julio, ya que esta última fecha obedecía a un proceso de relegitimación de poderes posterior a la Asamblea Nacional Constituyente. Esto ratifica la tradición electoral de realizar estos procesos electorales en diciembre y confirma un hecho significativo: las elecciones parlamentarias no han sido aplazadas ni postergadas en ninguna oportunidad en la historia de la democracia venezolana, con lo cual, si los rectores del CNE estuvieran pensando postergar más allá de diciembre 2015 las elecciones, estaría no solo colocándose de espaldas a los ciudadanos y a la historia, sino que estaría respaldando la instauración de un gravísimo Estado de Facto y dándole un golpe de Estado a la constitución de la República.

Los ciudadanos que viven en las vicisitudes de la realidad social y económica venezolana actual, tienen hacia la política una repulsividad rabiosa o resignada, generada por el desconcierto de un sistema que no responde hoy con exactitud y oportuna a los enormes problemas que deben enfrentar a diario: una inseguridad desbordada, una inflación que consume la capacidad de compra del salario, una profunda escasez que consume el tiempo y la paciencia de los ciudadanos, una crisis hospitalaria y sanitaria sin precedentes, un deterioro alarmante de la calidad de la educación y un acelerado aumento de la pobreza.

Sin embargo, asistimos a una reconfiguración de la realidad política en la cual identificamos dos tendencias profundamente renovadoras: en primer lugar, los ciudadanos que se han manifestado indiferentes durante años están abandonando la aceptación pasiva y acrítica de la realidad mediante el redescubrimiento de su capacidad para generar cambios a través de la protesta, la participación y la organización ciudadana; y en segundo lugar, el reconocimiento de que es necesario renovar a través del voto las instituciones democráticas que no están hoy a la altura de sus objetivos humanísticos, no sólo porque no resuelven los problemas objetivos de las personas, sino porque no están en capacidad ni siquiera de otorgar a todos igual libertad, iguales derechos e igual dignidad.

Es masivo el reconocimiento de que las elecciones son hoy el único camino hacia la paz: cientos de protestas semanales, ocultadas muchas de ellas a través del control oficial de los medios de comunicación; y la intención de participar en elecciones de más del 90% de los ciudadanos que reflejan las encuestas o estudios de opinión, son los dos argumentos más poderosos para respaldar esta afirmación que hacemos desde Súmate ante todos los venezolanos.

Con información de Noticiero Digital.

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