“En los últimos cinco años cambió el patrón de consumo de la familia venezolana”, alertó la nutricionista y directora del Observatorio Venezolano de Salud, Marianella Herrera, durante una entrevista ofrecida y publicada este lunes 21 de octubre en el portal argentino Infobae.
“En una nación donde el ingreso mínimo está en 15 dólares, es muy cuesta arriba que una familia promedio pueda adquirirla. La dieta actual del venezolano es monótona, desbalanceada y poco saludable; se privilegia el carbohidrato frente a las proteínas de origen animal. Las frutas, los tubérculos y las verduras fueron sustituidos por arroz, harina de maíz precocido, grasas y pasta”, explicó.
Advirtió que la crisis causará estragos en el presente, pero también para las próximas generaciones, tras citar un informe de la organización social Bengoa.
En el mismo, se apuntó que un 80% de los hogares venezolanos vive en inseguridad alimentaria por el cierre de establecimientos, la escasez y costos de la comida y las dificultades para cocinar por falta de agua, gas y electricidad.
“La falta de alimentación va a afectar el desarrollo de las próximas generaciones, hemos detectado retardo cognitivo y sicomotor en niños cuyas madres no tuvieron un control de su embarazo y que no tomaron medicinas o suplementos durante los nueve meses de gestación”, afirmó.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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