Jeanine Áñez asumió la noche de este 12 de noviembre la Presidencia de Bolivia, después de que Evo Morales renunciara al cargo, al igual que el vicepresidente de la nación, el jefe del Senado y el titular de la Cámara de Diputados.
En este sentido, Áñez ofreció su primer discurso como presidenta interina de Bolivia, en el que reafirmó que no hubo un golpe de Estado contra el exgobernante Morales, pues el fraude electoral fue “evidente” en los comicios del pasado 20 de octubre, que originaron la crisis política que afronta ese país.
En su alocución desde el Palacio Quemado en La Paz, reiteró que uno de los principales objetivos que tendrá es convocar a nuevas elecciones en el plazo “más breve posible”. El artículo 172 de la Constitución boliviana, establece que el periodo máximo para llamar a unos comicios es de 90 días, desde que se asume la presidencia interina de ese país.
“Mi misión es llamar, tal como lo estable la Constitución, a unas elecciones limpias y transparentes con todos los actores políticos que cumplan con lo necesario lo más antes posible”, indicó.
Por ello, destacó que no aceptará “otra salida que no sean las elecciones democráticas”.
Además, la exsenadora expresó que otro de sus objetivos es buscar una transición pacífica y democrática para marcar punto y final al gobierno del expresidente Morales que calificó como “totalitario”. Sin embargo, no reveló una posible fecha para las elecciones venideras.
“Hoy comienza una ruta democrática para reponer la legalidad. He encomendado a la Policía y a las Fuerzas Armadas que garanticen la pacificación del país. Ha llegado la hora de acabar la confrontación”, señaló en relación a la actual situación que enfrenta Bolivia.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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