La madrugada del miércoles 7 de julio un grupo de hombres llegaron a la residencia del presidente de Haití, Jovenel Moïse, vestidos como agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA), con el objetivo de asesinar al mandatario de ese país.
Una de esas personas era el soldado Juan Carlos Yepes Clavijo, quien había llegado a Haití un mes antes del magnicidio. En la actualidad, se encuentra detenido y acusado del homicidio del gobernante junto a 20 colombianos más, aunque 3 de ellos, ya están muertos.
Recientemente, el exmilitar habría confesado ante las autoridades haitianas en qué radicó el plan para ejecutar a Moïse, en una acción en la que también resultó herida de gravedad la primera dama, Martine Moïse.
El medio colombiano Semana obtuvo en exclusiva, a través de fuentes judiciales de Puerto Príncipe, el relato de Yepes Clavijo.
El exsoldado que había llegado a la isla para supuestamente proporcionar seguridad al médico Emmanuel Sanon, uno de los norteamericanos arrestados, quien al parecer quería ser electo como presidente, dijo que tres días antes del crimen, él y sus 20 compañeros ya se encontraban preparados para el “evento”, incluso ya tenían en su poder chalecos de protección.
“Primero llegan los chalecos negros y los traen en unas cajas negras. Llegan en un carro. Los recibimos en la casa privada, en los primeros ocho días de haber llegado [a Haití]”, contó.
Narró que los primeros días instalaron a un grupo en una casa y a otro en un hotel, donde entrenaban de manera constante. Durante ese tiempo, les dijeron sobre ayudar a ejecutar una captura.
Armamento
El exmilitar aseguró que siempre recibían órdenes del sargento (r) Duberney Capador, que falleció en medio de lo ocurrido. Setenta y dos horas antes del magnicidio fueron situados en una vivienda en la montaña, lugar donde empezó a llegar el armamento.
“No consiguieron el material completo, entonces Capador dijo: no, no se hace porque no tenemos material completo, y yo no voy a entrar con gente sin armas. Ejemplo: van a ir 20 personas y de los 20 van 7 armados y los demás sin armas. Entonces así pasó el segundo día, llegó otro poquito, no llegó lo suficiente y ese otro día también se postergó. No había el suficiente material para la seguridad de nosotros”, reveló.
Cuando los investigadores le preguntaron qué tipo de equipo emplearon para el asalto, Yepes Clavijo respondió que utilizaron “armas cortas y largas, escopetas, entre otras. Muchas de esas armas tocó devolverlas porque no servían”.
Añadió que un haitiano apodado Bahio o Bahión, que hablaba español, fue quien habría coordinado la logística del armamento con el sargento (r) Capador.
Un infiltrado
se refirió sobre la existencia de un infiltrado en la casa presidencial, quien daría la señal para empezar la operación.
“Nos dijeron que también había una persona que estaba allá en el sitio, infiltrada. Y que esa persona nos avisaba. Tengo entendido que era de la misma seguridad de la persona que iban a ‘capturar’ porque estaba adentro de la casa. Entonces, si se tiene a una persona allá, eso hace que el grupo se relaje un poquito más, porque pues no sabemos cómo es la residencia”, explicó.
El día del magnicidio, el exmilitar aseguró que cuando se estaban montando en los vehículos, se sumaron al grupo unos policías haitianos.
Redacción Maduradas con información Semana.
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