El cantante mexicano Vicente Fernández Gómez, conocido como el «Charro de Huentitán» o «el Sinatra de las rancheras», ha fallecido hoy en su país, a los 81 años, tras un largo período hospitalizado en la ciudad de Guadalajara.
Fernández fue uno de los máximos exponentes de la música ranchera en México, con 55 años de carrera, alrededor de 100 álbumes y más de 75 millones de discos vendidos por todo el mundo, además de una gran trayectoria cinematográfica.
Padre del también reconocido cantante Alejandro Fernández, interpretó como pocos la ranchera «El Rey» o «Volver, volver» y cuenta, entre otros galardones, con dos premios Grammy y ocho premios Grammy Latinos.
Estuvo considerado el cuarto «gallo» entre los ídolos históricos de la ranchera en México junto a Pedro Infante, Jorge Negrete y Javier Solís.
Nació el 17 de febrero de 1940 en Huentitán el Alto (estado de Jalisco) y siempre se manifestó orgulloso de su país, su familia, sus seguidores y su origen humilde, que le obligó a abandonar los estudios primarios para trabajar en varios oficios para ayudar económicamente a sus padres (él ranchero y ella ama de casa).
En la adolescencia, Fernández trabajó como granjero, limpiabotas, albañil, pintor y cuidador de caballos, pero su inquietud musical, que le viene desde que con ocho años empezó a tocar la guitarra, le llevó a vivir a Ciudad de México, donde conoció al Mariachi Amanecer, de Pepe Mendoza, con quien trabajó por un tiempo.
Al comienzo de su carrera también colaboró con el Mariachi Águila y Felipe Arriaga, su mentor artístico.
En 1968 grabó su primer álbum, «La voz que usted esperaba«, y cuatro años después obtuvo uno de sus grandes éxitos, «Volver, volver», incluido en el álbum «Arriba Huentitán», disco que también incluía su famoso «Cruz de olvido».
Ha sido un cantante arriesgado, pues con su estilo ranchero entonó valses mexicanos como «Alejandra», «Viva mi desgracia» o «Sobre las olas», recogidos en el álbum «Valses del recuerdo», que hicieron las delicias de un público rendido siempre a la simpática advertencia de Fernández en cada concierto: «Mientras ustedes no dejen de aplaudir, yo no dejo de cantar», lo que prolongaba su actuación varias horas.
Fue Premio Billboard en 2001 a la música latina por el álbum de grandes hits «Historia de un Ídolo Volumen II», que incluye «El Rey», «De qué manera te olvido» y «Volver, volver».
El mexicano, ganador en 2002 del Grammy al mejor disco ranchero («Más con el número uno») y en 2010 por «Necesito de Ti», interpretó también canciones del cubano Pablo Milánes, de los argentinos Ariel Pérez y Alberto Cortez o de la chilena Violeta Parra en el álbum «Vicente Fernández le canta a América Latina», que incluye temas como «Yolanda», «Alfonsina y el mar», «Mi árbol y yo» y «Gracias a la vida».
Otros éxitos fueron «Las llaves de mi alma», «El Arracadas», «La muerte de un gallero», «Hermoso cariño», «La ley del monte» o «Por tu maldito amor».
En 2012, el cantante, que también poseía el premio Lo Nuestro a la Excelencia, se despidió con una gira que le trajo a Madrid. Y el 16 de abril de 2016 fue cuando anunció que se retiraba y realizó su último concierto en el estadio Azteca.
Pero no dejó nunca la música.
Así, en 2019 volvió por unas horas a los escenarios al ofrecer un concierto gratuito en agradecimiento al homenaje que le rindieron el ayuntamiento de Guadalajara y el gobierno del estado de Jalisco, en el que nació.
Y en 2020, con motivo de su 80 cumpleaños, lanzó el álbum «A mis 80’s», con el que celebró la vida y demostró su vigencia y capacidad vocal pese al paso de los años. Contiene grandes éxitos como «Janitzio», de Lara; «La Barca», de Cantoral, o «Se me olvidó otra vez», de Juan Gabriel.
Además, incluye el tema «A mi nieto», un poema realizado por Fernández en honor a todos sus nietos, de los cuales algunos han seguido sus pasos.
Fernández, que en 1998 recibió su «Estrella» en Hollywood, participó en cerca de 30 películas.
Debutó como actor en «Tacos al carbón» (1971), de Alejandro Galindo, mientras que su última película fue la dirigida por Rafael Villaseñor Kuri, «Mi querido viejo» (1991), en la que debutó su hijo, el cantante Alejandro Fernández, «el potrillo».
El cantante sufrió diversas operaciones. En Houston (EEUU) fue intervenido de un tumor en el hígado en 2012, año en el que fue condecorado por un ya enfermo presidente Hugo Chávez con la Orden de los Libertadores de Venezuela.
El cantante había superado un cáncer de próstata en 2004 y en agosto de 2013 ingresó en un hospital de Guadalajara (México) por una trombosis pulmonar.
En julio de 2021, el cantante fue hospitalizado de emergencia en la ciudad de Guadalajara debido a una posible infección y se descartó el coronavirus, pero sus problemas de salud continuaron hasta el 12 de diciembre, día de su fallecimiento a los 81 años. Hacía poco que se acababa de publicar una biografía no autorizada escrita por Olga Wornat, «El último rey», donde describe a su clan y además repasa la industria musical y la historia de México.
Vida personal
Vicente Fernández se casó en 1963 con María del Refugio Abarca Villaseñor, con la que tuvo tres hijos, Vicente, Gerardo y Alejandro, «Los tres potrillos», además de adoptar a Alejandra.
Entre 1977 y 1987 tuvo una relación amorosa extramatrimonial con la actriz mexicana Patricia Rivera, a la que conoció en el rodaje de «El Arracadas» y madre de su supuesto hijo Pablo Rodrigo Fernández, ya que fue reconocido por él, pero una posterior prueba de paternidad arrojó datos negativos.
Algunos de sus nietos han seguidos sus pasos: Alex Fernández busca continuar la dinastía en el ámbito del mariachi y Camila Fernández explora el pop y el «rhythm and blues».
Por otra parte, en 1997 el cantante sufrió un fuerte impacto psicológico tras el secuestro de su hijo Vicente Fernández Jr., al que sus captores mutilaron dos dedos de una mano para presionar por el rescate.
EFE
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