Carmen Meléndez, alcaldesa del municipio Libertador de Caracas, reveló el pasado jueves 14 de abril que ya firmó la promulgación de la ordenanza de los “nuevos símbolos de Caracas”, aprobada por la mayoría oficialista de la Cámara Municipal.
Sofía Jaimes / Cinco8
El politólogo Guillermo Tell Aveledo aseguró que los nuevos elementos fueron diseñados sin cumplir con las reglas clásicas de la heráldica y la vexilología.
Cabe destacar que la heráldica es la disciplina que describe, estudia y explica el significado de imágenes y figuras de los escudos de armas; mientras que la vexilología, se encarga de analizar las banderas, pendones y estandartes.
A través de su cuenta en la red social Twitter, Tell Aveledo señaló que esos nuevos símbolos buscan “partidizar” la historia de la capital al negar hechos importantes como las protestas que preceden a la independencia, la generación del 28 y el 23 de enero. “Solo está narrativa de la revolución bolivariana”, añadió.
“Se quiere decir que la bandera vinotinto con el escudo de Santiago de León de Caracas y la plegaria a la Virgen María es un emblema colonial. Parcialmente, en tanto que la historia de la ciudad contiene eso. Pero el nombre indígena del valle permaneció como elemento principal”, explicó.
El politólogo repudió que el régimen de Nicolás Maduro pretenda defender una idea de la democracia participativa, mientras se aprovecha de la representación que tiene en el Consejo Municipal, cuando ni siquiera existió ningún tipo de consulta a quienes residen en la capital de Venezuela: “ni en un referendo, ni a nivel comunal, las autoridades municipales son lo que son, pero tienen el pese del bajo reconocimiento y débil legitimidad”.
En ese sentido, explicó los tres símbolos aprobados que no fueron diseñados de forma correcta:
1.“El escudo es heráldicamente complicado y difícilmente reconocible a distancia porque las letras negras sobre las cintas rojas no son fáciles de leer”.
2. Las aves que descansan sobre el escudo como timbres, parecen ornitológicamente correctas, por lo que parecen simplemente superpuestas, y en una escala que las minimiza. Se suele hacer distinto ya como soportes o timbres.
3. La forma del escudo tiene ese pico central solo para incluir la pluma del cacique (en un anacrónico tricolor) que no es una forma clásica. Y no tiene partición.
4. Los colores de las tres figuras humanas rompen la regla de los esmaltes y metales. Lo mismo que la sección de la cordillera mostrada; que tiene un problema adicional: no es estilizada heráldicamente.
5. La bandera, de Víctor Rodríguez y Carolina Jiménez, comparte ese problema de la cordillera. Se mantiene un cerro y un cielo casi fotográfico, sin la estilización ordinaria. ¿La puede reproducir un niño en un kinder con papel lustrillo?
6. Además, las banderas usan colores planos. No usan sombras ni degradados. Ya sean colores tradicionales o revolucionarios.
7. La partición de la nueva bandera caraqueña, con un triángulo en el centro, que parece evocar a la bandera del estado Mérida, (que es estupenda)… Aquí la estrella es blanca, y roja, lo que presumo corresponde a la estrella de Caracas dentro del tricolor nacional; eso debilita el carácter único que tenía la bandera caraqueña con el escudo de Santiago de León. Era distinta, y anterior, a todas las banderas regionales.
La Habana mantiene sus símbolos históricos, por cierto. La URSS creo un estilo heráldico socialista, pero con buen uso de las reglas. pic.twitter.com/8JALyUa9IW
— Guillermo T. Aveledo Хай живе, вільна Україна! (@GTAveledo) April 14, 2022
Redacción Maduradas
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