El pasado miércoles el presidente Nicolás Maduro llegó a la 73° Asamblea General de la ONU, en Nueva York. Su participación causó incertidumbre entre los presentes, en especial, luego de que el mandatario Donald Trump aseverara estar dispuesto a reunirse con su homólogo venezolano.
Foto: AFP
Venezuela debió intervenir en la Asamblea a las 5:00 pm, pero Maduro logró subir al podio a las 7:40 pm.
El mandatario nacional llegó con una comitiva de 17 personas, más de los que dispone una misión diplomática. Ante la falta de sillas para poder sentarse todos los acompañantes de Maduro, debieron ocupar los asientos de Bután, Benín, Chipre y Cuba.
Jorge Arreaza, ministro de Relaciones Exteriores, no llegó a confirmar la asistencia del jefe de Estado, pese de haber rendido declaraciones el lunes 24 y martes 25 de septiembre.
Al momento de que Maduro se subió al podio solo permanecían países del caribe y aliados de su gobierno, como Nicaragua y Bolivia, quienes aplaudieron antes de que el presidente venezolano ofreciera su discurso.
Por su parte, Canadá; Estados Unidos; Colombia; Chile; Ecuador y Argentina estuvieron presente y atentos al discurso de Maduro. La mayoría solo con un representante diplomático.
Cabe acotar que las Naciones Unidas recomienda que cada alocución sea de 15 minutos, pero Maduro se extendió por 45 minutos.
Luego estaba pautada una rueda de prensa, que el mandatario canceló a última hora, lo que causó molestia en los periodistas que esperaban su presencia.
“Se burlaron de nosotros”, expresó un reportero cuando les pidieron que desalojaran la sala de conferencias. Mientras, Maduro estaba en el barrio de Harlem, compartiendo en un acto con la delegación de Cuba.
Redacción Maduradas con información de Efecto Cocuyo
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