Los próximos tres meses marcarán un punto crítico para la economía venezolana, especialmente en el contexto de las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el 28 de julio, de acuerdo con expertos de la consultora Ecoanalítica, que consideran que este período será una «prueba de fuego» que determinará el rumbo del crecimiento económico del país durante este año.
En un evento realizado en el hotel JW Marriott de Caracas, economistas de Ecoanalítica analizaron el entorno económico venezolano y proyectaron un futuro de crecimiento moderado, a pesar de la derogación de la Licencia General N° 44, que suspendía la flexibilización de las sanciones a la industria petrolera por parte de Estados Unidos.
Luis Bárcenas, economista senior de Ecoanalítica, señaló que, aunque el inicio del año fue lento, hay signos positivos en el sector comercial, posiblemente relacionados con una estabilidad de precios debido a la inflación relativamente baja en los últimos meses.
«Hay que esperar al segundo trimestre, que es quizás la verdadera prueba de fuego para la economía. Si vemos entre abril y junio un incremento relativamente importante en el sector comercial, que es el que agrega más valor actualmente, es probable que se deba a un ajuste de los hogares y las empresas a una inflación que va a seguir a la baja», explicó.
Sin embargo, el crecimiento económico sigue siendo débil. Se estima un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de apenas el 1% en el primer trimestre de 2024, en comparación con el mismo período del año anterior, que ya mostraba una caída frente al leve repunte de 2022.
Asdrúbal Oliveros, socio director de la firma, destacó que, si bien cualquier incremento es positivo, sigue siendo insuficiente para las necesidades de crecimiento del país. Las expectativas son cautas debido a la reinstauración de las sanciones a la industria petrolera venezolana, lo que podría reducir los ingresos del Estado en aproximadamente $3.000 millones.
«El primer trimestre ha estado marcado por una economía que muestra ligeros signos de recuperación, pero muy débil. Probablemente vemos crecimiento anual del PIB en torno a 1%, una expansión del consumo privado en torno al 2%, las ventas comerciales las hemos visto creciendo en torno al 10%. Son indicadores positivos que se suman a la estabilidad de precios y cambiaria, pero siguen siendo muy débiles», apuntó Oliveros.
La economista senior de la firma, Graciela Urdaneta, subrayó que, aunque la derogación de la licencia tendrá un impacto en los ingresos, su efecto en la actividad económica no será significativo, especialmente dado el corto período de flexibilización de las sanciones.
«Hubo mucha expectativa alrededor de esta licencia, pero era de apenas seis meses. El efecto que puede tener es bastante reducida. Por eso veo más importancia en Chevron que tuvo efecto con la inyección de divisas en la economía. La Licencia General N° 44 tuvo un efecto muy limitado por el poco tiempo», agregó Urdaneta.
Un factor determinante en los próximos meses será la ejecución del gasto público, que tiende a aumentar antes de elecciones importantes como las presidenciales. Este aumento podría alterar el equilibrio tanto de la inflación como del tipo de cambio. Sin embargo, Bárcenas cree que hay margen para aumentar el gasto público de manera controlada, sin impactar demasiado en la estabilidad cambiaria.
Redacción Maduradas con información de Tal Cual
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