Régimen de Vladímir Putin estaría facilitando el trámite para imponer la ciudadanía rusa a niños sacados en forma clandestina de Ucrania, mientras sus fuerzas militares continúan en su esfuerzo por completar la invasión en medio del rechazo de la comunidad internacional.
De acuerdo a datos citados en el portal web de noticias Infobae, unos 232.000 menores fueron llevados a Rusia por la fuerza desde el comienzo de la invasión. Unos 2.161 son huérfanos o están separados de sus padres.
Lyudmila Denisova, la secretaria de Derechos Humanos del gobierno ucraniano, presentó esta semana una serie de documentos que prueban que Rusia ya había preparado antes de la invasión una infraestructura de “puestos de control para los civiles que abandonan la zona de hostilidades activas”.
Se trata de un eufemismo para nombrar a los “campos de filtración” por donde pasan primero los deportados y dónde se los interroga por días para determinar su “grado de peligrosidad” ante Rusia.
De acuerdo a la información aportada por Denisova, Rusia está deportando entre 15.000 y 25.000 ucranianos por día en medio de las hostilidades.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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