Cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho fueron asesinados a mediados de noviembre en una residencia fuera del campus en la pequeña comunidad de Moscow.
BBC.
El caso, que fue calificado por las autoridades como «muy complejo», contemplaba las muertes de Madison Mogen, de 21 años; Kaylee Goncalves, de 21 años; y Xana Kernodle, de 20 años, y el novio de Kernodle, Ethan Chapin, de 20 años.
El arma homicida no se encontró, pero se cree que era un cuchillo grande de hoja fija.
Pese a las especulaciones, la policía anunció la detención en Pennsylvania de un estudiante de doctorado en justicia criminal, sobre esta detención, el fiscal del condado bde Latah, Bill Thompson, considero que «este no es el final de la investigación, es un nuevo comienzo».
El 12 de noviembre en horas de la noche Kernodle y Chapin fueron vistos en una fiesta de fraternidad de Chapin, Sigma Chi, cerca de la casa de apartamentos de King Road, donde vivían.
Mientras que Goncalves subió fotografías dónde describió: “Una chica con suerte por estar rodeada de esta gente todos los días”.
Poco después, Goncalves y Mogen fueron al Corner Club, un bar deportivo en Moscow.
Para la madrugada del 13 de diciembre, Goncalves y Mogen fueron vistos ordenando en un camión de comida en una transmisión en vivo desde el negocio.
Al tiempo que Kernodle y Chapin regresaban a su casa, Goncalves y Mogen regresaban en carro a la vivienda. Los otros dos compañeros de piso llegaron antes que los demás.
A las 11:59 de la mañana hicieron una llamada al 911 desde el teléfono móvil de una de las víctimas pidiendo ayuda para atender a una persona inconsciente.
Más tarde se dió a conocer sobre las muertes asegurando que no existía riesgo para la comunidad.
El 16 de noviembre la policía de Moscow se retractó de sus comentarios previos al decir que no había amenaza a la ciudad rural.
«No tenemos a un sospechoso aún: el individuo sigue allá afuera», informó el jefe de la policía de Moscow, James Fry, al indicar que más de 25 investigadores asistían el caso.
Para el día siguiente las autopsias mostraron que las cuatro víctimas pudieron ser atacadas con un cuchillo grande poco después de las 2:00 de la madrugada, describiendo las heridas de las víctimas como «bastante extensas», dijo Cathy Mabbutt, forense del condado de Latah.
El 18 de noviembre la policía informó que posiblemente las víctimas estaban dormidas cuando ocurrieron los ataques y algunos tenían heridas que demostraban que intentaron defenderse. No hubo signos de asalto sexual.
Mientras, detectives analizaban el contenido de tres basureros cercanos en la búsqueda de posible evidencia, y contactaron negocios locales para determinar si el cuchillo había sido recientemente comprado.
El 1 de diciembre la policía dijo que el crimen fue parte de un ataque dirigido.
«Seguimos consistentes en creer que esto fue un ataque dirigido pero no hemos concluido si el objetivo era la residencia o sus ocupantes», aseguró un portavoz de la policía.
Detallaron que los dos compañeros de apartamento que se encontraban en casa durante el ataque, Bethany Funke y Dylan Mortensen, estaban dormidos y fueron absueltos.
El 5 de diciembre los investigadores se enfocaron en las actividades de Chapin y Kernodle durante la noche del crimen, al día siguiente reconocieron que resulta frustrante para la familia no tener noticias sobre lo ocurrido, pero insistieron en que no querían poner en riesgo la investigación.
«Estamos en un punto de la investigación en el que aún estamos reuniendo información, aún estamos reuniendo pruebas, reuniendo evidencia, estamos haciendo todo lo que podemos hacer», dijo Fry.
Del mismo modo, el 7 de diciembre la policía revisó los artículos personales de las víctimas y comienza a devolvérselos a sus familiares, al tiempo que anunciaron que intentaban hablar con los ocupantes de un Hyundai Elantra del 2011-2013 con placas desconocidas, no detallaron si podía haber una relación entre el conductor y el asesino, pero sí que creían que esa persona podía ofrecer información de interés para el caso.
En los siguientes días las familias se quejaban por no ser informados sobre los avances del caso mientras las autoridades les pedían paciencia.
Para el 30 de diciembre, la policía anunció el arresto de un sospechoso, identificado como Bryan Christopher Kohberger, de 28 años, residente de Pullman, Washington, estudiante de doctorado en la Washington State University. Fue detenido en el norte de Pennsylvania, a unas 2,500 millas del campus de Idaho y es señalado de cuatro cargos de intento de homicidio en primer grado y robo, al parecer, la vinculación se logró a través de unas pruebas de ADN.
«Lo que les puedo decir es que tenemos a un individuo en custodia que cometió estos crímenes horribles y que creo que nuestra comunidad está a salvo», dijo Fry.
Redacción Maduradas con información de Telemundo.
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