Unasur solicitó sin éxito el sábado a Venezuela que representantes de la organización puedan visitar los presos políticos cuya liberación está siendo reclamada internacionalmente de modo insistente. Asimismo, de acuerdo con fuentes conocedoras del debate celebrado a puerta cerrada, citadas por ABC, Venezuela incluso rechazó que sea la Cruz Roja la que vaya a las cárceles para poder conocer el estado en que sea encuentran los opositores, cuya detención se llevó a cabo sin gran carga de pruebas.
El Ejecutivo de Maduro argumentó que el sistema judicial venezolano funciona correctamente y no necesita de terceros para supervisarlo.
Caracas logró que los países de la región avalaran en una resolución el «rechazo» a las sanciones impuestas por Estados Unidos contra altos funcionarios civiles y militares venezolanos por su implicación en la represión de los derechos humanos y la corrupción pública. Inicialmente Venezuela había querido que la declaración pusiera el acento en la «derogación» de las sanciones, pero la iniciativa solo contó con el voto de Ecuador, Bolivia y Argentina. Al final, el redacción aprobada suavizó las expresiones y dejó la petición de «derogación» en la última línea.
El texto aprobado indica que los países de Unasur «manifiestan su rechazo» a ese régimen de sanciones «por cuanto constituye una amenaza injerencista a la soberanía y al principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados». Unasur pide a los Gobiernos «que se abstengan de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que contravengan el Derecho Internacional», y llaman a Washington a que «evalúe y ponga en práctica alternativas de diálogo con el Gobierno de Venezuela, bajo los principios de respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos». «En consecuencia, solicita la derogación» del decreto de Barack Obama.
Con información de ABC.