El Gran Premio de Mónaco de la Fórmula 1 comenzó con retraso por la lluvia, pero cuando la carrera comenzó todos buscaban prevenir incidentes, aunque esto no fue suficiente, pues en el giro 27, Mick Schumacher sufrió un accidente en el que su Hass se partió en dos, aunque el piloto logró salir, la carrera se neutralizó hasta poder retirar los restos del vehículo de la pista.
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Schumacher venía con buen ritmo, fue uno de los primeros a los que les pusieron las gomas intermedias para piso mojado, lo que le permitió tener mejor adherencia en la pista que se fue secando y por eso se arriesgó con los cauchos para piso seco.
Sin embargo, cuando iban por la vuelta 27, el piloto perdió el control del vehículo y chocó contra las defensas y el carro se partió en dos.
Muchos quedaron preocupados por el piloto, pero este salió del vehículo y al finalizar la carrera su equipo emitió un comunicado que recogió su testimonio.
«Me siento bien, pero muy molesto. En términos de ritmo, definitivamente estuvimos allí y solo es cuestión de mantener el rumbo; desafortunadamente, no pude hacerlo. El ritmo se sentía fuerte y parecía que podíamos atacar y empujar. Desafortunadamente, me abrí un poco demasiado, probablemente unos 10 centímetros al final, y eso fue suficiente para perder todo el agarre que pensaba que tenía y el resultado es lo que sucedió», indicó el comunicado.
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Redacción Maduradas con información de Infobae.
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