Este martes 26 de marzo, se produjo la salida del exfutbolista brasilero Dani Alves del centro penitenciario Brians 2, luego de pagar la fianza impuesta por la Audiencia de Barcelona. El hecho generó gran controversia en el mundo del fútbol y en el mundo en general.
La suma ascendía al millón de euros y, tras pagarla, el exfutbolista quedó en libertad condicional. Es importante mencionar que Alves habría sido condenado a cuatro años y seis meses de cárcel por, al parecer, haber abusado sexualmente de una joven en una discoteca en la ciudad española.
El ex lateral derecho de la selección de Brasil dejó prisión donde pasó los últimos 14 meses, aproximadamente, a las 4:30 pm, acompañado por su abogada, Inés Guardiola. Una vez que se subió a un automóvil, se dirigió a su domicilio situado en Esplugues de Llobregat.
Se pudo saber que el periodista Carlos Quílez, en el programa «Y ahora Sonsoles», que se emite por Antena 3, comentó que el hombre habría tenido un «buen gesto» con quienes lo acompañaron durante más de un año en prisión. Se despidió de otros reclusos y les regaló algunos objetos personales, tales como ropa e indumentaria que le llevaron sus familiares en los días que pasó tras las rejas.
Del mismo modo, habría saludado a los guardias de seguridad del centro de reclusión y tuvo un particular cruce con uno de ellos: un agente le habría dicho que no esperaba volver a verlo en prisión, a lo que Alves respondió: «Eso lo espero yo también«.
Sin embargo, al llegar a su casa, se encontró con la ausencia de su esposa, Joana Sanz.
«Se encontró con una sorpresa desagradable para él y es que no se encuentra su esposa, Joana Sanz, que cogió sus pertenencias y dejó la casa ayer. Sabemos que Joana no quiere volver con su esposo y esto lo está llevando muy mal Alves«, dijo un paparazzi a «El Gordo y la Flaca», según reseñó Infobae.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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