Este lunes 19 de septiembre fue el funeral de la reina Isabel II, durante el acto la hija de los príncipes de Gales Carlota, rompió en llanto frente al féretro de su bisabuela.

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La pequeña llegó acompañada de su madre, Kate Middleton y su hermano mayor Jorge, en un automóvil a la abadía de Westminster, a donde fue trasladado el cuerpo de la monarca después de tres días en el hall del palacio, donde decenas de miles de personas pudieron despedirse.
En el mismo coche iba también Camila Parker-Bowles. Los cuatro fueron los últimos en llegar a la abadía y se unieron a la comitiva que seguía al ataúd, la pequeña de siete años se adhirió al protocolo con un vestido negro y abrigo a juego por la rodilla de la firma española Ancar, con medias tupidas negras; un canotier con lazo de Jane Taylor y merceditas de piel de Manuela de Juan, luciendo su primera joya, regalo de su bisabuela: un broche con forma de herradura, pues una de las pasiones de Isabel II fue la equitación.
Tras abandonar la abadía de Westminster, Carlota se caminó junto a su madre, Kate; su hermano Jorge y la reina consorte Camila, seguidamente comenzó a llorar e intentó taparse la cara con las manos.
De acuerdo con medios ingleses, los asistentes del funeral de la reina Isabel se percataron de su tristeza, por lo que varios trataron de contenerla. Sin embargo, otros quedaron conmovidos por su dolor.
El llanto de la pequeña princesa vino cuando los guardias bajaron el ataúd de su bisabuela del carro fúnebre en Wellington Arch, el cual tomaría camino rumbo a Windsor.
Los niños, finalmente, han ido al funeral y entierro de su bisabuela. El pequeño Luis, sin embargo, no estaba. https://t.co/P0BWUbBqDM
— Diez Minutos (@diezminutos_es) September 19, 2022
Redacción Maduradas