El 17 de octubre delegaciones en representación de la oposición venezolana y el régimen de Nicolás Maduro firmaron en Barbados un acuerdo que, entre otros puntos, estableció el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos contra altos cargos venezolanos y compañías estatales del país caribeño.
Aunque para entonces la flexibilización de las medidas económicas fue contemplada por un lapso de seis meses, se abrió una nueva etapa en las relaciones entre ambos países. A su vez, representa un cambio significativo para Venezuela, que en los últimos años ha sufrido una de las peores crisis económicas de la historia reciente y empujado a más de siete millones de venezolanos a emigrar.
Lo que representa el levantamiento temporal de las sanciones para Venezuela
Uno de los efectos inmediatos tras la firma del acuerdo que contempló la flexibilización de sanciones, fue la liberación de seis presos políticos opositores y la llegada a Caracas de los primeros vuelos con venezolanos indocumentados, que fueron deportados desde Estados Unidos.
Por otro lado, el acuerdo abrió las puertas al posible fin de las trabas a las que se enfrentan los dirigentes del sector antichavista, como es el caso de la candidata María Corina Machado, quien resultó ganadora en las elecciones internas de la oposición para enfrentarse a Maduro en unos eventuales comicios presidenciales, pero sobre quien pesa una inhabilitación que le impide participar oficialmente en la carrera hacia la presidencia.
Esta ligera esperanza para la aspirante a presidente del país surge tras la advertencia de Estados Unidos, de restablecer las sanciones en caso de que Maduro no siga dando pasos hacia la liberación de presos políticos y la habilitación de los candidatos opositores.
Sin embargo, el gran beneficiado por las conversaciones en Barbados fue el régimen oficialista, pues con la autorización emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, ahora Venezuela puede producir y exportar petróleo sin limitaciones por seis meses.
El permiso, aunque temporal, resulta especialmente importante para la administración de Maduro, en un contexto en el que su popularidad va en descenso y cuya situación le urge revertir de cara a las elecciones presidenciales previstas a celebrarse el próximo año 2024.
Para ello, el sucesor de Hugo Chávez podría utilizar los recursos disponibles con el aumento de los ingresos por la venta de petróleo, para así poder destinarlos al pago de subsidios y programas asistenciales que cimentaron la imagen del fallecido expresidente.
A pesar del alivio en las sanciones, expertos señalan que la industria petrolera venezolana arrasta años de mala gestión e ineficiencia, lo que impediría que la capacidad productiva pueda recuperarse en un corto plazo.
«Podemos esperar un aumento de la producción petrolera venezolana, pero no inmediatamente. Habrá que esperar por lo menos hasta 2024 porque la industria petrolera necesita una inversión importante y muchos cambios. El escenario más factible es que estemos en 1.050.000 barriles para 2024”, sostuvo el economista Luis Oliveros.
Lo que representa el levantamiento temporal de las sanciones para Estados Unidos
En la nación norteamericana, Joe Biden se prepara para intentar ganar la reelección para un segundo mandato presidencial. De esta manera, busca erradicar uno de los principales reproches de sus detractores: la crisis migratoria.
Con la posibilidad de deportar a venezolanos indocumentados, Biden contrarresta las críticas de sus rivales republicanos de no hacer frente al «caos fronterizo».
Con un número casi récord de indocumentados detenidos en la frontera y denuncias desde estados demócratas como Nueva York, Illinois o Massachusetts, de que la llegada masiva de migrantes amenaza con saturar sus servicios asistenciales, Biden da muestras de endurecer la política migratoria.
Redacción Maduradas con información de BBC
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