El levantamiento del veto del régimen madurista en torno a las actividades lúdicas de los casinos y loterías ha comenzado a tomar auge, en especial, hoy en día, en medio de una aparente «recuperación» económica en Venezuela.
VOA
Sin embargo, lejos de ser este un reflejo de una «mejoría», en realidad solo demuestra que estos espacios son lugares de distracción para que los ciudadanos gasten más y olviden, por un momento, la crisis.
De hecho, según La Voz de América, hay especialistas que dudan del efecto positivo de abrir casinos y salas de bingo en Venezuela, ya que consideran que el país apenas comienza a dar pasos a la puerta de salida de su «coma económico». Sin embargo, otros, como el economista Luis Oliveros, lo ven como «una buena noticia» por el aumento de ingresos fiscales y de puestos de trabajo.
Sin embargo, alerta que el madurismo no ha revelado cifras de lo que ingresa a nivel de recaudación fiscal.
La distracción
Para los venezolanos, los casinos, hoy en día, son una distracción ideal para «generar» ingresos. Ese es el caso de algunas de las personas entrevistadas por el medio de comunicación, entre las que destaca Camila (nombre ficticio), quien aseguró preferir pasar el día en la sala de máquinas del casino que frecuenta que estar todo el día «aburrida» en casa.
Vale señalar que la venezolana de 78 años de edad y recién enviudada es jugadora asidua de uno de los dos casinos abiertos desde septiembre de 2021 en el norte de Maracaibo (estado Zulia), a apenas unos pocos kilómetros de la costa occidental del lago más extenso de Suramérica.
Detalló que va una vez por semana a probar suerte en máquinas traganíqueles, tomar bebidas gratis y a hacer nuevas amigas.
«Yo me he sentido siempre bien aquí (…). Es un buen lugar (para) pasar un momento, sin contratiempos, bien atendida», apuntó.
Así mismo, comentó que su mayor ganancia en el casino fue de $120 antes de las 6:00 pm. Esa es, supuestamente, la hora más esperada, ya que se hace un sorteo entre los jugadores de la jornada. El premio suele oscilar de $10 hasta $360, salvo en fines de semana, cuando aumenta a $500.
«Esta es la distracción que me entretiene. Y, ahora que estoy sola, más», añadió Camila.
Amanda y Diana, también consultadas por VOA, son dos mujeres en sus 70 años. Celebraban sus triunfos cada vez que, por sugerencias mutuas, lograban ganarse algunos dólares.
«Esto es un lavado de cerebro, uno se olvida del tiempo. Se pasa un rato agradable», manifestó Diana, quien es docente jubilada y ese día invirtió $20 solo en juegos.
Redacción Maduradas con información de VOA
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