Motorizados enmascarados bloquean la carretera por la que la opositora María Corina Machado va a un acto de campaña en una provincia agrícola tradicionalmente chavista, en medio de una larga carrera de obstáculos por derrotar a Nicolás Maduro en las elecciones de 2024.
Machado, exdiputada de discurso radical, llega finalmente por otro camino, de tierra. Horas después, en el mitin que encabeza en una abarrotada calle en Valle de La Pascua (estado Guárico, centro), lanza el mantra que repite donde quiera que va: la promesa de «luchar hasta el final» contra Maduro, al que califica de «tirano», quien buscará un tercer mandato de seis años.
Es la precandidata con mayor popularidad rumbo a unas primarias en las que la oposición buscará el 22 de octubre elegir al rival de Maduro, pero enfrenta una inhabilitación política por 15 años, vieja arma del gobernante chavismo para sacar del camino a sus adversarios.
«Estamos construyendo fuerza (en la calle) y vamos a crear una situación en la cual vamos a poder derribar cada una de las barreras, de la cual la inhabilitación es solo una, y hay otras que son mucho más complejas», expresa Machado, de 55 años, en una entrevista con la AFP.
Su equipo denuncia con frecuencia persecución por parte de automóviles no identificados que vincula con el servicio de inteligencia, así como agresiones de grupos violentos.
Una camioneta gris plomo, sin matrícula y con vidrios oscuros, se cruzó en varias ocasiones en el camino del auto que la trasladaba. Esto ocurre «todo el tiempo», protesta la dirigente cuando su comitiva se detiene en una estación de servicio para cargar combustible.
«Reglas de la tiranía»
Machado es percibida como la principal dirigente opositora por 33,3% de la población, según un estudio de la firma Delphos y una de las principales universidades del país.
«Yo no juego con las reglas de la tiranía y quien hace eso está derrotado antes de dar la lucha», expresa, sin mayores precisiones, al preguntársele qué significa llegar «hasta el final». «No me voy a rajar».
Una inhabilitación en su contra de 12 meses, que terminó en 2016, fue extendida a 15 años el pasado 30 de junio, justo cuando su campaña entró en auge. La Contraloría la acusó de corrupción y promover sanciones contra el país.
Uno de sus principales contrincantes en la primaria, el dos veces excandidato presidencial Henrique Capriles, propone evaluar alternativas frente a este tipo de sanciones, condenadas por Estados Unidos y la Unión Europea. Él también está inhabilitado.
Y las inhabilitaciones no son el único obstáculo para las primarias: el proceso está amenazado por una impugnación ante al Tribunal Supremo de Justicia.
Machado cree que esta votación interna debe llevarse a cabo independientemente de la decisión de la corte.
«Eso sería lo correcto, pero obviamente no es algo que depende solamente de mí», comenta. «Yo creo que hay que agotar todas las posibilidades de que seamos los venezolanos los que elijamos, porque al final la primaria es mucho más que tener un candidato unitario, es mucho más que eso, es un proceso de unión del país».
Machado considera que la primaria, al legitimar liderazgos, podría abrir nuevas negociaciones entre oposición y gobierno. Promete una línea más dura, al cuestionar el diálogo emprendido en México con amplio apoyo internacional, que lleva meses congelado.
«Hay que crear incentivos para que el régimen entienda que su mejor opción es aceptar una negociación para la salida, no para la permanencia», dice. «Tienes que tener sobre la mesa (…) la fuerza que representa una sociedad unida y movilizada».
-«La esperanza»-
«¡María Corina, te amamos!», gritaba un grupo de personas durante la madrugada en los alrededores del hotel donde se alojó en Guárico. Simpatizantes le piden fotos y videos.
«Representa la esperanza» de cambio, dijo un productor agropecuario en un desayuno que tuvieron representantes del sector con ella en apoyo a propuestas de libre mercado y privatización de empresas estatales.
La gira incluyó una caravana de camiones y motocicletas, que tocaban bocinas por las calles. Sin embargo, no todo fue apoyo en este estado gobernado por el chavismo desde 1998. Un grupo lanzó bolsas llenas de un líquido oscuro, de olor putrefacto, contra el mitin que lideró en Valle de La Pascua.
El líquido salpicó a un puñado de personas. Al día siguiente, en camino a otro mitin, otro bloqueo de vías. Esta vez era una barrera de control de la policía, que alegó buscar a un delincuente que asesinó a un agente.
«Estamos luchando por ustedes, esto no está bien», le dijo Machado a uno de los oficiales antes de subir a una moto para evitar la aglomeración de autos y pasar. «¡Vámonos!».
AFP
Lea también: