La organización Familiares de Presos Políticos Militares en Venezuela (Fppmv) destacó en su más reciente informe que al menos 170 militares han sido presentados con signos visibles de tortura, golpeados, ensangrentados, o deshidratados, sin que se iniciara una investigación al respecto.
Infobae.
La directora de FPPMV, Molly De La Sotta Quiroga, hermana del capitán de navío Luis Humberto de La Sotta, destacó: «Ha sido una constante represión sistemática en contra de los miembros de la Fuerza Armada, activos o retirados, que cumplan con la Constitución o denuncien irregularidades ante sus superiores; arrestos violentos, allanamientos ilegales, retardo procesal, ausencia del derecho a la defensa, desaparición forzada, detenciones arbitrarias, torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, pena de muerte a través de la restricción a la salud física y mental, alimentación y agua potable, así como la persecución a nuestras familias”.
Recalcó que hay más de 100 casos donde se ha procesado información sobre estas violaciones de derechos humanos ocurridas desde 2014 hasta 2020 y que las torturas comienzan desde el momento de la detención.
De La Sotta indicó que las 24 causas que el régimen venezolano clasificó en operaciones conspirativas, están concentradas en ocho Tribunales, cuatro Militares de Control y cuatro Penales Ordinarios con competencias en Terrorismo.
“De esas 24 causas, el 67 % fueron presentadas en Tribunales militares de Control, 33% en Tribunales Ordinarios especiales de Terrorismo. Al menos 500 civiles y militares han estado involucrados en las 24 causas», señaló.
Además indicó que un dato que sorprende, es que «en el 70 % de las causas se observa que los arrestos se basan en una Acta de investigación de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM)».
Dicho informe es breve, con acusaciones de reuniones y de conspiración, que la Fiscalía acepta como prueba, y luego se suman testimonios obtenidos mediante torturas o con detenciones de familiares, estos testimonios son usados como pruebas en los tribunales.
Con respecto a los casos, De La Sotta, indicó: «Hasta ahora no hay investigación de las denuncias de torturas y mucho menos los responsables han sido detenidos a pesar de que en algunos casos las víctimas han denunciado a sus torturadores con nombre y apellido frente al Juez. Ninguno ha recibido asistencia médica especializada posterior a las torturas, teniendo como consecuencias problemas de salud física y mental que se agravan con los años. Algunos han desarrollado estados depresivos tan fuertes que han intentado el suicidio».
Además, agregó: «En los sótanos de la Dgcim se construyeron celdas de torturas conocidas como El cuarto de los locos, El tigrito, El ascensor, La nevera, El submarino, El Ataúd, La casa de los sueños, entre otros, donde son torturados. Desde el año 2017, estas torturas se han ido incrementando en crueldad e intensidad hacia militares y civiles que manifiesten cualquier tipo de inconformidad».
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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