Este martes 6 de abril, la ONG Amnistía Internacional publicó un nuevo informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo durante 2020. Venezuela no fue la excepción y, como en años previos, la organización destacó que continuaron las ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, torturas e incluso ataques a la prensa.
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Destacaron que las irregularidades se produjeron en medio de la crisis humanitaria ya existente en Venezuela, pero que ha sido agravada por la pandemia por covid-19.
«En la crisis continuada de derechos humanos que sufría Venezuela se recibieron de nuevo noticias sobre ejecuciones extrajudiciales, uso excesivo de la fuerza y homicidios ilegales cometidos por las fuerzas de seguridad a lo largo del año», indica parte del documento publicado en la web de la ONG.
Así mismo, alertaron que las medidas represivas recayeron sobre personas que emitían críticas hacia el régimen madurista, como es el caso de periodistas, profesionales de la salud y activistas. Entre las acciones cometidas destacan la criminalización, los juicios injustos y la detención arbitraria.
Además, advirtieron que estas acciones represivas eran ejecutados por cuerpos de seguridad y otros organismos «oficiales» del régimen madurista. Así mismo, afirmaron que la situación pandémica habría ocasionado que se evitaran las notificaciones de detenciones, por lo que familiares y allegados de detenidos tuvieron que fiarse de información no oficial para conocer el paradero de estos.
«Esta incertidumbre y la vulnerabilidad de quienes estaban en prisión se vieron agravadas por la suspensión de las actividades de los tribunales y del Ministerio Público dictada como parte de las medidas para contener la pandemia», añadieron.
Aprovecharon la oportunidad para denunciar que, en medio de la cuarentena radical impuesta por el régimen de Nicolás Maduro para, supuestamente, frenar el avance del coronavirus en Venezuela, la emergencia humanitaria, de hecho, se intensificó: la ya deficiente infraestructura de salud siguió en colapso, el acceso a los productos básicos se redujo aun más para los sectores más vulnerables y la pobreza aumentó considerablemente.
Redacción Maduradas con información de Amnistía Internacional
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