Tres países de Latinoamérica, México, Costa Rica y Honduras, comenzaron a exigir visas a los venezolanos para contener el flujo migratorio, pero esto enciende las alarmas entre investigadores de migración porque 194 países han impuestos controles fronterizos contra venezolanos, algo que no frena el éxodo masivo sino que fortalece las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de personas, la prostitución de mujeres y niños, tráfico de órganos y el reclutamiento de criollos en grupos guerrilleros.
En Latinoamérica y el Caribe 27 países piden visas a los venezolanos, solo Colombia, Brasil, Uruguay, Argentina y Bolivia no han impuesto esta medida.
Alexander Campos, experto en migración y director del Centro de Investigaciones Populares, en 2017 Panamá fue el primer país del hemisferio en solicitar una visa a los venezolanos, al año siguiente se sumaron a esta decisión Guatemala, Chile, Santa Lucía; luego, en 2019, les siguieron Perú, Trinidad y Tobago, Ecuador, Aruba y República Dominicana; durante la pandemia entre 2020 y 2021 estas prácticas se frenaron, pero nuevamente en 2022 comenzaron a activarse, iniciando con México por presión de Estados Unidos, debido a la cantidad de venezolanos que cruzaron la frontera a través de ese país.
«Todos los datos que tenemos demuestran que las visas no han impedido que los venezolanos se dejen de desplazar hacia países como Chile, que hasta aplican la deportación violando todos los tratados internacionales. Por la frontera entre Bolivia y Chile ingresan diariamente 100 venezolanos. En Perú, desde que aplicaron visas la migración aumentó, igual en Trinidad y Tobago a pesar de las desgracias ocurridas, como el asesinato de un niño por un guardia costero que disparó contra una humilde embarcación», manifestó el experto.
Del mismo modo, señaló: «Van a entrar de manera ilegal, esas naciones no van a saber quiénes están ingresando y eso les va a acarrear todo tipo de inconvenientes«.
Por su parte, el sociólogo Tomás Páez, coordinador del Observatorio de la Diáspora Venezolana, consideró que las consecuencias directas de la solicitud de visas es un mayor costo económico para los países que las imponen, porque tienen que desplegar en las fronteras terrestres y marítimas mayor cantidad de funcionarios de seguridad que hagan cumplir la medida.
Además se produce la existencia de caminos irregulares o trochas que terminan siendo controladas por grupos criminales y genera un sistema de corrupción entre los funcionarios de control fronterizo.
«La política que está mostrando Colombia es la más adecuada, porque le dice a los venezolanos yo te regularizo, permito tu inserción, tu aprovechamiento, aun cuando están llegando sin pasaporte y sin cédula ya que los documentos de identidad no son garantizados por el régimen de Nicolás Maduro. El tema de la gestión de visas siempre genera problemas, el mejor ejemplo es Estados Unidos, un país hiperdesarrollado, que ha construido muros de varios metros en la frontera con México y sigue entrando gente ilegalmente», indicó.
Redacción Maduradas con información de La Prensa de Lara.
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