Cada vez son más frecuentes las estafas a través del robo o secuestro de cuentas en las redes sociales que la mayoría de los delincuentes logra a través de la técnica de phishing o suplantación de la identidad.
Algunas personas reciben un mensaje directo en Instagram desde una supuesta cuenta de soporte en la red social indicando que se infringió una norma de derechos de autor, pero han comenzado a usar otras maneras.
Existe la modalidad en donde los ciberdelincuentes copian los nombres y las fotografías de un usuario y crean una cuenta en la red social casi idéntica a la original, las cuentas «clon» se vinculan a un sitio web que prometa contenido sexualmente explícito que exige usar una tarjeta de crédito para ingresar. El contenido erótico o pornográfico no existe, pero el daño a la víctima sí.
Es difícil reportar una cuenta falsa tomando en cuenta que Instagram tarda mucho en evaluar y eliminar la misma.
Además, es difícil determinar la identidad y ubicación real de los ciberdelincuentes que normalmente no están en el mismo país que sus víctimas.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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