Los delitos de rebelión y traición a la patria son de los más comunes en Venezuela. Como si fuera poco, quienes son acusados de estos, no disponen de todas las garantías legales que cualquier otro procesado podría tener, como los beneficios procesales de ley ni de la aplicación de medidas alternativas para el cumplimiento de su condena.
Según El Cooperante, «no es casualidad» que haya tantos presos, especialmente de la institución de la FANB, acusados de este tipo de crímenes. En total, son 86 los detenidos militares, entre activos y retirados, por los mismos en las cárceles venezolanas.
Sin embargo, esos no son todos. A esa lista habría que añadir a los que se encuentran en las cárceles comunes y en las sedes de los cuerpos de inteligencia Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional y Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), como ocurre con el general en jefe Raúl Isaías Baduel.
Por otra parte, en el establecimiento penitenciario militar (Deprocemil) en Oriente, en donde se encuentra e teniente José Ángel Rodríguez Araña, uno de los que lograron fugarse en el traslado desde los tribunales a la cárcel de Ramo Verde. Allí también murió el primer teniente Rafael Arreaza.
En el Centro Nacional De Procesados Militares (Cenapromil) de Occidente, hay al menos 23 registrados por crímenes de traición a la patria, rebelión o ambos.
Y, claro, no puede dejarse de lado la Cárcel de Ramo Verde en la que hay 95 detenidos por los delitos señalados. Esos son los casos del primer teniente Jeferson Gabriel García Dos Ramos, implicado en el asalto al Fuerte Paramacay.
Redacción Maduradas con información de El Cooperante
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