A más de una semana de ejecutarse la emboscada donde fue asesinado el general de brigada Jackson Silva Zapata, director de la Escuela de Formación de Tropas Profesionales de la Aviación Militar, junto con otros tres militares se dieron a conocer detalles escalofriantes de este hecho.
La periodista Sebastiana Barráez conversó con uno de los sobrevivientes, quien detalló que la pesadilla para los uniformados comenzó la noche del 3 de mayo, cuando varios sargentos y un teniente se encontraban en la granja Senare, ubicada en la población Las Guacamayas de Magdaleno, en el estado Aragua.
A ese lugar llegaron miembros de la banda del Tren de Aragua. Los uniformados se defendieron como pudieron, pese a que contaban solo con tres armamentos y estaban en medio de un apagón. Su estrategia fue camuflarse entre los árboles y solo pudieron enviar un mensaje de texto para pedir ayuda.
El sobreviviente contó que la llegada del general Silva fue incómoda, porque los regañó por usar el armamento sin autorización y luego regresó a la base con un estudiante de la escuela, tres militares y los policías del pueblo.
La amenaza no había pasado y la emboscada la ejecutaron en el sector Tucupido vía Guacamaya, municipio Zamora.
«Se ve que le dispararon al parabrisas y le dieron un tiro en la frente y otro en el cuello. El vehículo se sale de la carretera y los delincuentes se aseguraron que estuvieran muertos y los remataron”, explicó.
Precisó que con el general se ensañaron: «Le dieron 67 tiros y a los soldados les volaron los sesos. Fue una carnicería. Eso fue muy fuerte».
Redacción Maduradas con información de Punto de Corte.
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