El suicidio en Venezuela está afectando, en mayor medida, a la población joven económicamente activa y se está expandiendo en “grupos especialmente vulnerables” por su orientación sexual.
De acuerdo con un estudio preliminar del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), en los primeros cinco meses de 2022, se reportaron 137 suicidios en todo el país hasta el 22 de mayo, es decir, más de un caso diario. Y la mayoría fue de adultos, jóvenes y adolescentes hasta los 17 años.
El año pasado, Venezuela registró 4,3 suicidios por cada 100.000 habitantes, pero en el estado andino occidental de Mérida esa cifra fue más del doble, con 9,9, sin embargo, no existen estudios que expliquen la alta incidencia de personas que se quitan la vida en esa región de 860.000 habitantes, donde la agricultura y el turismo alimentan la economía local.
El Ministerio de Salud de Venezuela registró 843 suicidios, en su mayoría de hombres, en 2016, de los cuales 97 fueron en Mérida, según los datos más recientes. A finales de julio, las autoridades locales lanzaron una campaña de prevención del suicidio, ofreciendo asistencia especializada gratuita.
“Necesitamos capacitar a la sociedad para que la gente deje de pensar en esto como un tabú, para que pierda el miedo a mencionar la palabra suicidio”, dijo a la agencia AFP la legisladora regional, Fabiana Santamaría. “No es sólo decirle a alguien que no intente quitarse la vida, es darle las herramientas para vivir, para enamorarse de la vida”, indicó.
El director del grupo SOMOS LGBTQ+, Jau Ramírez, en entrevista con AFP aseguró que han descubierto que las ideas suicidas, o los intentos de suicidio, son muy comunes en grupos especialmente vulnerables” por su orientación sexual o su situación económica.
La depresión es uno de los principales factores desencadenantes de los intentos de suicidio, según el OVV.
“El suicidio, como máxima expresión de la violencia autoinfligida, es causa de muerte multifactorial. En la medida en que la pobreza siga aumentando y se marquen más las desigualdades sociales y económicas, es muy probable que sigan ocurriendo”, señala el Gustavo Páez, investigador y coordinador de la institución en Mérida.
Las cifras de suicidio son recogidas por el instituto venezolano mediante fuentes diversas ante la falta de estadísticas oficial actualizada.
“Monitoreamos semanalmente 82 medios de comunicación y tenemos informantes en diferentes estados del país”, indicó Páez. La investigación en desarrollo revela los grupos etarios de los 23 casos documentados en Mérida, 82,6% de los cuales son del sexo masculino y el restante femenino.
Del total, 47,8% son adultos con edades que oscilan entre los 30 años y 64 años de edad; en segundo lugar, 21,7% son jóvenes de entre 18 años y 24 años de edad. Le sigue 13% son adultos jóvenes de 25 años a 29 años de edad, al igual que los adultos mayores, y 4,3% son adolescentes.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada 100 muertes en el mundo es un suicidio.
AFP
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