Luego de la muerte de Benedicto XVI a sus 95 años se multiplicaron las peticiones para que sea proclamado «Doctor de la Iglesia», reconocimiento que solo tienen 36 personalidades de la Iglesia Católica y que amerita un largo proceso y una canonización, pero que puede ser concedida por el papá por iniciativa propia.
Entre los solicitantes está el cardenal Angelo Bagnasco, expresidente de la Conferencia Episcopal Italiana, quien señaló: «¿Se decidirá finalmente el mundo moderno a escucharlo? Será su salvación. Espero que pronto sea declarado doctor de la Iglesia».
Además indicó: «Benedicto XVI fue un gran pensador y un verdadero Doctor de la Iglesia de hoy«.
El cardenal fundó el Instituto Benedicto XVI para poner a disposición los escritos de Joseph Ratzinger, a quién describió como «uno de los más grandes eruditos cristianos de nuestro tiempo».
Al mismo tiempo, reveló: «Coloco a Benedicto XVI junto a los grandes, como Doctor de la Iglesia, Padre de la Iglesia. En mi biblioteca he colocado las obras del papa Benedicto junto a las de San Agustín… Yo lo comparo con San Agustín, su maestro, me atrevo a colocarlos uno al lado del otro. Su enseñanza, obras, ministerio episcopal y petrino. Después de siglos hemos tenido un papa teólogo, un maestro de la teología. Quedará entre los grandes que recordaremos en los siglos venideros, recordaremos a Joseph Ratzinger en el siglo XX como recordamos a John Henry Newman en el XIX y a Tomás de Aquino y Buenaventura da Bagnoregio en el XIII».
Es de resaltar que el título de Doctor de la Iglesia Católica puede ser otorgado por un papa o un concilio y es un reconocimiento muy importante que se atribuye a quienes han afirmado y defendido la ortodoxia cristiana con sus propios escritos.
Por el momento solo hay 36 figuras de la Iglesia Católica con este título especial que exige cuatro requisitos: santidad declarada, ortodoncia en la fe, eminencia en la doctrina e influjo benéfico en las almas.
Redacción Maduradas con información de La Patilla .
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