La autorización a Chevron para retomar operaciones en Venezuela ha aumentado las expectativas de otras multinacionales que saborean la idea de reimpulsar la producción del país, con lo que podría superar el millón de barriles por día, siempre y cuando se cumpla el mismo precepto: una flexibilización de las sanciones.
La producción venezolana de crudo, que cerró noviembre en 693.000 bpd, no supera el millón de barriles desde junio de 2019, de acuerdo con informes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, pese a los esfuerzos del régimen por cumplir su cacareado plan de llegar a dos millones de bpd este año.
Sin embargo, la llamada revolución bolivariana está segura de que otras multinacionales se sumarán a Chevron debido a la necesidad que tienen Estados Unidos y Europa tras su veto al petróleo ruso por la guerra en Ucrania, lo que ha disparado los precios de la energía.
A Chevron -que a finales de noviembre recibió luz verde de Estados Unidos para retomar operaciones en Venezuela, aunque con limitaciones- «le seguirán otras (empresas), producto, precisamente, de una crisis energética», pronosticó este mes el presidente de la Comisión de Economía y Finanzas del Parlamento, el oficialista Jesús Faría.
Esa expectativa, según la Cámara Petrolera de Venezuela, también recorre los pasillos de empresas como la española Repsol y la italiana Eni, las cuales esperan «contar con el visto bueno» y que «se les flexibilice la regulación o la restricción con la que están operando» para poder «reimpulsar» sus operaciones en la nación con las mayores reservas de crudo del mundo.
«Tenemos la expectativa de que haya un pronunciamiento que permita que las empresas operadoras europeas puedan acercarse también y reactivar, de una manera más amplia, sus operaciones en Venezuela, incluyendo, por supuesto, lo que tiene que ver con la comercialización de productos», dijo a EFE el ingeniero Enrique Novoa, presidente de la CPV.
Sobrecumplimiento de las sanciones
El pasado 26 de noviembre y como resultado de la reanudación del diálogo entre el Gobierno y la oposición, Chevron recibió el visto bueno para retomar la producción y extracción de petróleo o derivados procedentes de las empresas conjuntas con Pdvsa, lo que, según expertos, aumentará la producción en unos 125.000 bpd.
Ahora, se espera que arranque un proceso de flexibilización de las sanciones, que «han afectado la economía venezolana y, sobre todo, la economía petrolera», debido a que también ocasionaron que las empresas europeas restringieran sus operaciones, explicó Novoa.
En este sentido, Estados Unidos debe «indicar o establecer algún tipo de autorización o de consentimiento para que las empresas europeas puedan también incorporarse», agregó.
«Para todos o para nadie»
El economista Víctor Álvarez coincide con Novoa al señalar que, una vez aprobada la licencia a Chevron, «es de esperar que se corrija la sobreaplicación de las sanciones para que otras empresas petroleras que operan en el país, tales como Repsol y ENI, retomen sus operaciones».
Álvarez recordó que las medidas estadounidenses adoptadas hace tres años establecen también sanciones contra las compañías que, teniendo intereses en Estados Unidos, «se atrevan a tener negocios con empresas públicas venezolanas».
El experto dijo a EFE que los socios privados de Pdvsa, que se «inhibieron de continuar operando» por las sanciones, ahora «pedirán un trato igualitario: o hay licencia para todos o no hay licencias para nadie».
Repsol tiene participación en la Faja Petrolífera del Orinoco, el mayor reservorio del país, y en una empresa del estado Zulia, mientras que Eni posee el 40 % de las acciones de dos empresa mixtas ubicadas en el noreste y casi el 20 % de otra compañía en esa misma región.
EFE
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