De acuerdo con información obtenida por el portal ABC, recientemente, en las conversaciones exploratorias en Oslo (Noruega) una de las exigencias de la representación de Juan Guaidó fue el desmantelamiento de los colectivos chavistas, agrupaciones paramilitares financiadas por el régimen de Nicolás Maduro.
Aparentemente, el presidente interino estaba casi totalmente seguro de que Maduro aceptaría esta condición, situación que habría, supuestamente, generado desconfianza y malestar de estas agrupaciones.
Como consecuencia, reseña ABC, Maduro estaría intentando “calmarlos”, ya que no cuenta con el apoyo que recibía Hugo Chávez de estas agrupaciones.
“Yo entregaría con honor mi vida por defender el proyecto y legado de mi presidente, el comandante Hugo Chávez”, aseguró a ABC Valentín Santana, jefe del colectivo La Piedrita.
Tras la aparente fachada de “lealtad” al régimen, los paramilitares mantienen un gran poderío en las zonas en las que operan. Claro ejemplo de esto es el colectivo Tres Raíces que funciona en buena parte del barrio 23 de Enero.
Tres Raíces controla las zonas de El Observatorio y los sectores más cercanos al Palacio de Miraflores. Además, según ABC, controlan varias infraestructuras como un estadio, un centro de educación, 2 ambulatorios y tienen oficinas en la planta baja de 2 edificios.
Redacción Maduradas con información de ABC
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