El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró este martes que se reunirá con su par de Venezuela, Nicolás Maduro, sólo «si hay voluntad de solucionar los problemas» que motivaron la crisis fronteriza entre ambos países, que ya deja más de 20.000 damnificados.
«Yo no quiero reunirme para la foto. Yo quiero reunirme para encontrar soluciones de forma civilizada, respetuosa», dijo el mandatario de visita en Paraguachón, paso limítrofe en el extremo norte de la extensa frontera colombo-venezolana, el más reciente corredor binacional bloqueado por Caracas.
Santos, primer presidente colombiano en visitar ese remoto corregimiento en el desértico departamento de La Guajira, limítrofe con el estado venezolano de Zulia, reiteró que su gobierno apelará a la «firmeza, prudencia, diplomacia y diálogo» para afrontar el diferendo con Caracas y dijo que las soluciones deberán encontrarse «dentro de esas coordenadas».
«Si hay esa voluntad de solucionar los problemas, de trabajar mancomunadamente por los intereses comunes, podemos entonces pensar en una reunión», agregó Santos, tras agradecer la facilitación de Ecuador y Uruguay para distender una crisis que ya completa tres semanas.
«Estaré atento a las gestiones», dijo, tras contar que el tema fue analizado el lunes «hasta altas horas de la noche» en su casa privada en Bogotá con la canciller María Ángela Holguín, su homólogo ecuatoriano Ricardo Patiño y el embajador uruguayo en Colombia, Duncan Croci.
La crisis entre Colombia y Venezuela, que comparten una línea limítrofe de 2.219 km, estalló el 19 de agosto cuando Caracas ordenó cerrar parte de la frontera tras un ataque a militares venezolanos que Maduro atribuyó a «paramilitares colombianos».
Desde entonces, más de 20.000 colombianos, entre deportados y quienes huyeron por temor a serlo, regresaron de Venezuela, según la ONU.
«Aquí venimos para ayudarles», reiteró Santos durante su recorrido por Paraguachón, durante el cual se acercó a saludar a miembros de la Guardia Nacional de Venezuela que vigilaban la frontera.
«‘Somos hermanos’ me dicen en Paraguachón. Estoy de acuerdo. Entre Colombia y Venezuela no deben existir barreras», tuiteó más tarde el jefe de Estado.
Acompañado de varios ministros, entre ellos la canciller Holguín, y el Defensor del Pueblo, Jorge Otálora, Santos anunció medidas paliativas en salud, vivienda, educación y empleo, pero en particular, prometió llevar agua potable a la zona -que padece una fuerte escasez-, no solo aumentando el suministro por medio de camiones, sino poniendo en marcha la construcción de un acueducto.
Según el gobierno colombiano, entre deportados, repatriados y expulsados, el puesto de control migratorio de Paraguachón, cerrado del lado venezolano el 7 de septiembre, ha recibido 1.538 personas.
Información de EFE, vía Yahoo