El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, reclamó hoy ante la Organización de las Naciones Unidas que la comunidad internacional actúe contra el Gobierno venezolano.
Foto: OEA
En una reunión informal del Consejo de Seguridad, exigió que ningún país ignore lo que está sucediendo en Venezuela.
«No se puede ser complaciente con la violación sistemática de los derechos humanos (…) No existe argumento político, jurídico o económico que justifique ir de la mano de los asesinos y de los torturadores”, declaró durante la reunión.
Almagro expuso detalladamente aspectos de la situación de la dramática crisis en todo sentido que atraviesa el país.
«En Venezuela hoy se ha instalado una dictadura tiránica, el país es gobernado por un esquema criminal con vínculos oficiales con el narcotráfico y que utiliza los medios del Estado para el tráfico de drogas y el lavado de dinero, los opositores son encarcelados y torturados. Las manifestaciones callejeras de este año para reclamar libertades culminaron con más de 120 personas muertas a manos de las fuerzas de seguridad del Estado y más de 15.000 heridos«, lamentó.
Almagro describió a Venezuela como «un país rico que es una potencia petrolera mundial de primer orden». Sin embargo, dijo que en esta nación «la gente carece de alimentos y medicinas, se expanden las enfermedades ya erradicadas del país por años (como la difteria, paludismo y malaria, tener una enfermedad crónica como diabetes ha significado condena de muerte de pacientes) y hace tiempo que dejó de existir la separación de poderes, pues el Poder Judicial no es más que una oficina dependiente del aparato represivo».
En Venezuela «se usurpan, se inventan fraudulentos mecanismos autoritarios como la Asamblea Nacional Constituyente instalada en 2017 sobre la base de un fraude electoral de más de un millón de votos. Imaginen ustedes que en sus países, cualquiera sea su sistema político, se agregaran fraudulentamente más de un millón de votos: sola la nulidad del mismo es posible», añadió.
Concluyó que Venezuela es hoy en día: «una amenaza a la estabilidad y la seguridad de las Américas, porque causa la más grave crisis migratoria al presente y tiene instalado al narcotráfico en la cúpula del gobierno».
Por tales motivos que exigió sanciones «cada vez más severas dirigidas contra el régimen y contra los integrantes del régimen responsables de violaciones de los derechos humanos o que están involucrados en la delincuencia organizada transnacional».
Almagro cerró su discurso con este contundente mensaje:
«Hay sólo dos opciones: que intereses políticos, ideológicos, económicos o personales nos hagan mirar para el costado, o que cumplamos con nuestro deber y nuestros valores actuando en favor del pueblo de Venezuela«.
Redacción Maduradas con información de la OEA.
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