Un bolívar fuerte, una economía fuerte. Ese fue el eslogan que dio el Gobierno y el Banco Central de Venezuela cuando se pasó de los billetes con «tres ceros» a la moneda actual. Pero nada más lejano de la realidad, pues en la actualidad la mayoría de los montos se expresan en «miles».
“La inflación hará que regresen los tres ceros que le quitaron a la moneda”, así lo expresó Pedro Palma, director de Ecoanalítica, en una entrevista con el periodista César Miguel Rondón por Circuito Éxitos. El economista explicó que la escasez de billetes es una de las consecuencias de los altos niveles de inflación que se presentan en el país.
Palma explicó que el proceso inflacionario que se vive en el país se suscita por la impresión de dinero sin respaldo por parte del Banco Central de Venezuela (BCV). Aseguró que el Estado es el responsable de estas políticas, pues “gasta 20 por ciento del producto que le ingresa y por tanto, tiene que buscar financiamiento del BCV”.
El experto expuso que, según cálculos de ODH Grupo Consultor, la proporción de efectivo con respecto a la liquidez monetaria está cerca de 9,1 por ciento. Una cifra que consideró “bajísima”, pues tradicionalmente el número se ubicaba entre 15 y 20 por ciento. Esto significa, a su juicio, que todavía hay espacio para poner en circulación billetes de denominaciones más altas, que incrementen el porcentaje del efectivo sobre el resto de la oferta monetaria sin que esta acción desencadene en más inflación.
Anabella Abadi, analista de ODH Grupo Consultor, aseguró que la acción de «emergencia» ejercida por el BCV para la adquisición de papel de seguridad para la fabricación de billetes de 50 y 100 bolívares no representa una solución para el problema del efectivo, pues aún no se facilitan las transacciones.
“Un tercio de los billetes que circulan son de 100 y 19 o 20 por ciento son de 50, es decir, que ya la mitad de los billetes que circulan son de la más alta denominación. Sin embargo, son insuficientes”.
Para Abadi, el problema reside en el modelo de Gobierno y en que todas las políticas son reactivas, no planificadas. Aseveró que una planificación de la emisión de un billete de 500 bolívares para el 2016 llega tarde y no es suficiente, pues ahora se necesita uno de mil bolívares.
Acotó que para pagar el salario mínimo en 2008, se otorgaban ocho billetes de 100 bolívares, hoy hacen falta 74 billetes de 100, uno de Bs. 20 y otro de dos bolívares.
Palma contradijo la razón expuesta por el BCV para no emitir billetes de mayor denominación. Mientras la entidad alega que la impresión de papel moneda con mayor valor es una actividad inflacionaria, el analista afirma que lo que influiría es la expansión de la cantidad de la masa monetaria y su celeridad en comparación con la disponibilidad de bienes y servicios que se pueden adquirir.
Con información de La Verdad.