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¡BUSCAN ALTERNATIVAS! Hábitos de la decadencia: así ha cambiado la alimentación de los venezolanos por la crisis

La crisis en Venezuela se evidencia en cada rincón del país, y con el pasar de los años parece intensificarse cada vez más e ir modificando hasta la personalidad, los hábitos y las costumbres de la población que se las ingenia para mantener el ritmo de vida que tenía en el pasado.

Composición Maduradas. Fotos: El Político / Construarte.

Los venezolanos han dejado de comer “en la calle”, o de llenar sus platos con tres y cuatro contornos de alimentos que permiten el balaceo nutricional adecuado, esto es consecuencia de la escasez, el desabastecimiento, la falta de producción nacional y la hiperinflación.

Cuando un venezolano sale a “hacer mercado” o “bachaquear” se hace bastante complicado que logre adquirir todo lo que necesita: carnes, granos, pastas, charcutería, lácteos, harinas, verduras, frutas y hortalizas; en cambio, debe conformarse con lo poco que consigue o con lo poco que puede adquirir con su salario.

Créditos: EFE / Miguel Gutiérrez

Es entonces cuando comienzan a cambiar los hábitos alimenticios de los venezolanos, que anteriormente salían a sus lugares de estudio o trabajo sin una vianda colgada, porque en el primer puesto destinado a la venta de empanadas, arepas o pastelitos se paraban para comprar dos o tres piezas con alguna bebida de su preferencia (mayormente refrescos, maltas o jugos) y con eso desayunaban.

Ahora, la crisis ha hecho que esta ruta cambie, obligados, los venezolanos tienen que salir de casa con su “arepita” (porque hasta el pan escasea y tiene un alto costo) y muchas veces se conforman con untarle solo un poco de margarina porque los ingredientes para rellenarlos tienen precios muy elevados, la mayoría por encima de los 2.000.000 de bolívares.

Generalmente, cuando el desayuno se hacía en casa, se preparaban panquecas dulces, tequeños, empanadas, arepitas dulces u otro plato que permitiera salir de lo común, ante a falta de ingredientes para elaborar este tipo de comidas, simplemente se opta por sancochar maíz, molerlo y preparar una arepa asada, algunos incluso usan yuca, ñame u ocumo para hacerlas. El café con leche era algo que no faltaba por las mañanas.

Arepas de yuca. Foto: Globovisión

Cuando de almuerzos se trata, el venezolano acostumbraba a servir en sus platos varios contornos, carnes, con arroz o pasta, tal vez granos, ensaladas, plátanos, aderezos y una bebida refrescante que le acompañara.

Sin embargo, la crisis económica ha hecho que muchos venezolanos tengan que servir sólo un contorno en su plato, muchos han tenido que comer solo arroz en alguna oportunidad, por ejemplo, pero en los casos más comunes apenas sirven carne con arroz, arroz con plátanos, granos con pasta, o combinaciones bastante sencillas.

Las carnes y el pollo han comenzado a sustituirse por productos del mar como mariscos de bajo costo, granos o sardinas; por el arroz o la pasta, se incluyen yuca, papas u otras hortalizas; las ensaladas se incluyen aún pero sin los aderezos que antes se usaban como la mayonesa, aunque algunos los preparan en casa. Y por las bebidas que comúnmente eran refrescos, maltas o jugos, solo se toma agua.

Foto: Diario de Caracas.

Lo mismo ocurre con las meriendas, para los pocos venezolanos que aún pueden comerse algún pasapalo entre comidas, las meriendas que antes eran comunes como chocolates, galletas o tortas, pasaron a ser productos de elaboración casera, los populares helados caseros como las tetas, las chupetas de azúcar, dulce caseros como el de lechosa o de piña e incluso, en las escuelas se les ve a los niños con pequeñas bolsillas llenas de fororo (harina de maíz tostado) mezclada con un poco de azúcar.

Las cenas también cambiaron para los venezolanos, nada más tradicional que comerse una arepa o pan con jamón, queso y salsas al atardecer, ahora apenas una arepa que posiblemente no se elabore con la tradicional harina de maíz precocida y que posiblemente tampoco tenga ningún relleno en su interior.

La realidad es que ante la intensa crisis que se vive en Venezuela, una parte importante de la población ha tenido que sacrificar alguna de sus comidas, en las zonas más vulnerables del país comen una vez al día, si es que pueden, lo que ha desatado graves problemas de desnutrición en los sectores más pobre, incluso -este problema- ha derivado en pérdida de vidas.

Redacción Maduradas.

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