La relación entre Meghan Markle y la abuela de su esposo, la reina Isabel II no era buena y la mayor distancia llegó cuando los duques de Sussex decidieron renunciar a la familia real.
Según medios internacionales, la mala relación entre ellas habría llegado al testamento de Isabel II, quien cerró en el mes de julio el reparto de sus riquezas.
Los cambios de última hora afectaron a Meghan Markle, pues la distribución de las joyas personales de la reina pasaron a manos de Kate Middleton, la esposa de William, y a quien señalan como la favorita de Isabel II.
de esta manera Markle y su hija, Lilibeth, quedaron fuera de la herencia de la reina Isabel II.
Sin embargo, algunas fuentes cercanas a la Casa Real han indicado que es posible que la reina Isabel II haya hecho algunas concesiones en su testamente para que Lilibeth no quedara de lado.
Redacción Maduradas con información de AS.