Me dirijo a usted, señor Presidente Maduro, con respeto, pero sin admiración. Con respeto, pues es usted el primer mandatario de mi país, más allá de si algunos lo creen, o desean. Lo cierto es que desempeña el cargo. Sin admiración, porque no acepto que una figura de tanta importancia como el presidente de la república, pueda mentir sin ruborizarse siquiera.
Si, en efecto. Lo estoy llamando mentiroso (y me siento mal con ello) porque usted se comprometió delante de los ex presidentes que nos acompañaron el 6D a respetar los resultados electorales de ese día, fueren los que fueren, a pesar de que durante la campaña que se tomó para sí, había dicho que se lanzaría a la calle para combatir a la contrarrevolución, en caso de que ocurriera –como ocurrió gracias a Dios- el triunfo de la alternativa democrática, es decir, la MUD. Usted y su política equivocada y ruinosa fueron escandalosamente derrotados por los venezolanos.
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Se puede entender que al calor de la campaña electoral se expresen conductas y actitudes reñidas con la ética, y el respeto por los semejantes, pero que un jefe de gobierno y de estado sea visto por el mundo como un pandillero de menor rango, como un pendenciero, es inaceptable, al menos para mí que deseo como presidente de mi país a una figura respetuosa y respetable; que sea capaz de entender que la nación es de todos y no de un grupito que le acompaña; que el país nos necesita a todos los ciudadanos para ofrecer nuestro talento y esfuerzo para el engrandecimiento y desarrollo.
Precisamente en estos tiempos de ruina y tristeza general de los venezolanos creadas por su gobierno ineficaz, ineficiente e improductivo, se empeña en destruir la voluntad del pueblo venezolano, intentando desconocer un hecho notorio, protuberante en extremo como fue el triunfo democrático de la oposición el 6D; día en el que los venezolanos nos sacudimos las amenazas, insultos y humillaciones propinados por usted y su antecesor. Ya basta presidente, proceda de inmediato a frenar la orgía enloquecida que viola la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, intentando nombrar nuevos magistrados del TSJ, previo atropello de otros a quienes se les conminó a ¨jubilarse¨ anticipadamente, sólo con la intención de secuestrar ese alto tribunal y ponerlo a su servicio.
No pueden, ni deben asaltar las instituciones y pasar por encima de la decisión abrumadora del pueblo venezolano que le dio a la MUD y sus candidatos las dos terceras partes del electorado, para poner orden en la legislación moderna y eficaz que necesitamos, y además para controlar a su gobierno despótico y equivocado. Señor Maduro, tiene usted una gran oportunidad para actuar por primera vez conforme a los preceptos constitucionales, y parar tanto desafuero que intentan cometer los más salvajes y atrasados dirigentes de su partido. Evítese problemas de cara al futuro inmediato.
No hay ¨estómago¨ en el mundo que pueda digerir semejante intoxicación, ese descomunal despropósito. Nadie puede soportar en el mundo civilizado que gobierno Y PSUV pretendan desconocer la voluntad de todo el pueblo venezolano que dijo basta.
En su conciencia quedará, si acaso tiene, esta nueva humillación. Pretende y actúa para que una medida de fuerza le saque del poder y con ello recorrer el mundo en plan de víctima del golpismo, y dejar atrás las explicaciones que todos exigimos para conocer como usted, su antecesor y sus acompañantes nos convirtieron en esta ruina triste, y empobrecida que es Venezuela. Maduro, respeta y meta el freno.
Por: Román Ibarra – @romanibarra